No sé si ya esto les pasó alguna vez, pero en todo caso no se los deseo. Usted está tranquilo, dueño de sí mismo, ocupado en sus quehaceres, cuando de repente se recuerda que debe hacer esa llamada! Es más, se le pasó la hora! Pero todavía hay tiempo. Se apresura en sacar su celular del bolsillo, quizá con mucha rapidez y mientras marca el número, lo impensable se produce: Se le escapa de los dedos, como un pez recién pescado, que sabe que su destino es la sartén y que aprovecha justo ese instante de apresuramiento para escapar a su destino y se lanza de cabeza en la taza de café! Horror! El iPhone, el Samsung Galaxy, el Black Berry se encuentra completamente zambullido en la taza de café!
¿Qué hacer en ese momento tan trágico? Tranquilicémosnos. No perdamos la sangre fría, que quizá no todo esté perdido! ¿Pero es que acaso el agua o cualquier otro líquido, dañará irremediablemente un celular o un iPod o cualquier otro aparato electrónico que caiga en ella? No. Si se hacen las cosas como tienen que ser hay buenas probabilidades de salvar el aparato, dice André Gauthier, profesor en el programa de Técnicas en Electrónicas del centro pre universitario Cegep Saint-Laurent de Montreal
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