La música reduciría la angustia y la percepción del dolor en los niños, además de aumentar la satisfacción de los padres y el personal médico con respecto a la atención que reciben, según los investigadores cuyo estudio fue publicado el lunes en la revista JAMA Pediatrics.
El equipo dirigido por Lisa Hartling, que incluyó a investigadores del Departamento de Pediatría de la Universidad de Alberta, de la Universidad de Manitoba y de los Estados Unidos, ha seguido a 42 niños de 3 a 11 años que recibieron una perfusión en el Hospital Infantil de Stollery, en la ciudad de Edmonton, entre enero de 2009 y marzo de 2010.
Un grupo de estos pacientes escuchaban música durante la perfusión continua, el otro no estaba escuchando. Los investigadores midieron los niveles de angustia y dolor, la frecuencia cardiaca de los niños y el nivel de satisfacción de los padres y cuidadores.
«Los niños que han escuchado música mostraron que sentían poco dolor inmediatamente después de la perfusión. Es un pequeño procedimiento que hace una gran diferencia. Hacer escuchar música a los niños que reciben un tratamiento doloroso no cuesta mucho y se puede incluir fácilmente en la atención «, dijo Lisa Hartling.
La investigadora añade que para el 76% de los cuidadores, la perfusión fue fácil de dar a los pacientes que escuchaban música, frente al 38% de los que administraban la perfusión al otro grupo.
La Sra. Hartling y su equipo continuarán trabajando para ver si la música también puede reducir el dolor en otros procedimientos médicos dolorosos. El grupo también señala que la angustia parece alta para los bebés prematuros y que, en general, el dolor puede tener largos efectos negativos en los niños.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.