Cada vez que el invierno está por terminar o dicho de otra forma, cada vez que llega la primavera, la seguridad civil de la provincia de Quebec vigila estrechamente el derretimiento del hielo que se forma en los lagos y los ríos para prevenir las debacles y los riesgos de inundación de las zonas habitadas. En el centro de operaciones gubernamental algunos sectores están bajo estrecha vigilancia 24 horas al día, 7 días sobre 7.
Los especialistas supervisan la preparación de los mapas de las zonas congeladas que permiten vigilar los ríos y lagos gracias a las imágenes radar enviadas por el satélite Radarsat 2.
Este año la primavera es tardía, razón por la cual la región de los Grandes Lagos está congelada todavía, lo que provoca una situación particular, porque de forma general el espesor o grosor del hielo es mayor. A esto hay que sumarle las abundantes nevadas de este invierno.
Hay regiones como Abitibi y la Gaspesie, en el norte y noreste de la provincia de Quebec, donde nevó más de lo acostumbrado. Claro, que el hecho que haya más nieve y más hielo, podría provocar inundaciones y debacles, pero todo depende de la rapidez de con que se descongelen los ríos y lagos.
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