Legalidad de los canadienses que combaten en el extranjero

Un fenómeno que se acrecienta

Unos 130 canadienses habrían ido a participar en diversas actividades de combates en el extranjero, incluyendo en Siria e Irak. Estos aspirantes yihadistas buscados por la Real Policía Montada de Canadá plantean muchos interrogantes a nivel legal.

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Algunos de ellos han estado en los titulares en los últimos meses. Este es particularmente el caso de André Poulin y Damián Clairmont, muertos en combates, así como el de los terroristas de la provincia de Ontario implicados en la toma de rehenes contra un sitio de gas en Argelia el año pasado.

¿Es ilegal ir a combatir en el extranjero?

Depende de qué lado están luchando. «No está prohibido unirse a las fuerzas armadas regulares; lo que está prohibido es unirse a grupos terroristas «, dijo Michel Juneau-Katsuya, un experto canadiense en seguridad nacional e inteligencia.

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Michel Juneau-Katsuya, experto en terrorismo

En otras palabras: toda organización no oficial, resistencia, grupo terrorista, automáticamente es ilegal.

Eso significa que un canadiense podría ir a Ucrania a luchar con el ejército, sin entrar en la ilegalidad con respecto a la legislación canadiense. Sin embargo, no podrá unirse a los rebeldes pro-rusos sin sufrir las consecuencias.

¿Qué ley se aplica?

Frente a un creciente número de jóvenes que desean unirse a los yihadistas, el gobierno canadiense ha introducido  cambios en el Código Penal en el 2013.

A ese efecto, el artículo 83181 especifica:  «Es culpable de un delito grave y susceptible de prisión por un máximo de diez años quien salga o intente salir de Canadá con el fin de cometer un acto en el extranjero que, de haberse cometido en Canadá, constituiría un delito bajo la Sección 83.18”

«La ley está destinada específicamente a prohibir que los ciudadanos canadienses vayan a combatir a lugares de conflicto y se unan a grupos calificados como terroristas por el gobierno de Canadá, «, dice Benjamin Ducol, asistente de investigación en la Cátedra de investigación de Canadá sobre conflictos y terrorismo.

El objetivo principal de Ottawa es impedir a los individuos radicalizados ir a entrenarse con armas y adquirir habilidades que luego podrán traer al país  para llevar a cabo ataques.

En segundo lugar, el gobierno de Canadá tiene una responsabilidad sobre sus ciudadanos y no quiere ser visto como un país exportador de terroristas.

La ley ¿es eficaz?

El gobierno debe ser capaz de acumular las pruebas necesarias para demostrar que una persona quiere unirse a un grupo terrorista, dice Michel Juneau-Katsuya. En el tribunal, el fiscal debe probar la intención criminal.

Sin embargo, «la prueba de un acto es fácil, pero probar la intención, es mucho más difícil», dice Benjamin Ducol.

Además, Juneau-Katsuya afirma que no existe un mecanismo de control de salidas de Canadá. Sólo ciertas personas son colocadas en las listas de vigilancia y las autoridades son notificadas por las aerolíneas si ellas han comprado boletos de avión.

En otros países, las autoridades han adoptado un enfoque diferente. Por ejemplo, la ley aprobada por el gobierno francés le permite llevar a cabo detenciones preventivas simplemente sobre la base de la sospecha, dice Benjamin Ducol. Los sospechosos pueden ser mantenidos en detención por un período de hasta dos años, sin ser acusados.

¿Se aplicó ya la ley?

Mohamed Hassan Hersi es el primer canadiense condenado por intentar salir del país para participar en una actividad terrorista. Fue condenado a 10 años de prisión el 30 de mayo por tratar de unirse a Somalia con el fin de reunir a las milicias de Al-Shabab.

Fue detenido en marzo de 2011 en el aeropuerto de Toronto cuando intentaba abordar un avión con destino a El Cairo.

Cargos se han presentado también en contra de un residente de Burnaby, Hasibullah Yusufzai, que han salido de Canadá con el fin de entrenar con islámicos islámicos en Siria.

Número estimado de combatientes extranjeros en Siria, Irak y otros lugares

En este cuadro se puede ver que el fenómeno de personas que van a combatir en el extranjero se da en muchos de los países desarrollados.

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De un total estimado de 11 000 extranjeros de 74 nacionalidades, más de 3 000 son de los países occidentales, entre ellos, los 130 canadienses.

Finalmente, el experto en terrorismo, Michel Juneau-Katsuya dice que cuando los padres comienzan a darse cuenta de que algo sucede con sus hijos, no cuentan con ningún recurso ni persona a quien acudir. Por eso cree que el gobierno canadiense debe proveer de mejores herramientas de ayuda a quienes se encuentran desamparados, los padres.

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Categorías: Internacional, Política
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