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Estar “Siempre encendidos” genera dependencia y estrés

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Algunas investigaciones científicas realizadas en los últimos años han demostrado que estamos inmersos de lleno en la era de la “celulardependencia”, fenómeno que consiste en una especie de adicción a los dispositivos móviles, y especialmente provocado por la necesidad de la interconexión con el trabajo y con otras personas vía aplicaciones específicas como las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. Y mientras más se incrementa el uso de los teléfonos inteligentes, mayor es la necesidad de estar siempre conectados, inclusive, en detrimento de la productividad laboral y  de las relaciones interpersonales.  Este fenómeno nos lleva a chequear los correos electrónicos del trabajo a toda hora, genera un cuadro de ansiedad extrema cuando vamos de vacaciones y no hay señal wi-fi o la locura que crea el hecho de no tener más batería en nuestro dispositivo.  Este fenómeno es conocido en la actualidad como estar “siempre encendido”, que es en definitiva, un grado importante de estrés.

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Para algunos usuarios, los dispositivos móviles pasaron a ser una especie de puerta de salida a las limitaciones de los horarios de oficina. Según ellos, esta “flexibilidad” otorga mucha más libertad y les permitió pasar más tiempo con familia y amigos. Sin embargo, para otros, los teléfonos inteligentes se transformaron en una pesada carga que uno no puede sacarse de encima y que impide desconectarse y relajarse, entre otras cosas.

Para tratar de controlar el tiempo que uno pasa “siempre encendido”, un programador estadounidense que sentía que pasaba poco tiempo con su familia y amigos, optó por desarrolló una aplicación llamada “Moment” para monitorear el uso del dispositivo.  Esta app. permite seguir paso a paso el tiempo que se está utilizando con el teléfono inteligente y envía advertencias cuando se traspasa el límite que se había determinado con anterioridad.

La especialista en Psicología Laboral de la Universidad de Coventry, Dra. Christine Grant aseguró que “los impactos negativos de esta cultura de estar “Siempre encendido”  es que la mente del usuario nunca descansa, y no se le está dando tiempo al cuerpo de recuperarse, de manera que siempre está con estrés”.  Y entre más cansancio y estrés se tenga, es más fácil cometer errores. En este caso, la salud tanto física como mental pueden verse afectadas.

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Algunos estudiosos del tema indican que cada vez más personas manifiestan estar con estrés por estar “Siempre encendidos”.  El hecho de estar conectados constantemente aumenta la cantidad de inseguridades profundamente arraigadas en los usuarios.  Grant asegura que “hay una enorme ansiedad sobre renunciar a tener control”. En la investigación, se encontró una gran cantidad de gente que estaba agotada porque estaban viajando acompañados de la tecnología todo el tiempo, sin importar el huso horario donde se encontraban. Según la investigación, particularmente las mujeres eran más propensas a trabajar un día completo en la oficina, llegar a su casa y hacer los quehaceres cotidianos y luego seguir trabajando conectadas a distancia a la oficina antes de irse a la cama. Según Christine Grant, este tipo de triple turno de trabajo puede tener un impacto enorme en la salud en general.

Alasdair Emslie, presidente de la Sociedad de Medicina Laboral del Reino Unido asegura que “cada año, cerca de 400 mil personas reportan que el estrés relacionado con el trabajo está enfermándolos”.

Según datos oficiales de un regulador de telecomunicaciones británico, desde el año 2010, el consumo total de medios de comunicación en el Reino Unido trepó de casi 9 a 11 horas, en gran parte gracias al aumento del uso de dispositivos móviles, principalmente teléfonos inteligentes.

En algunos países como Singapur, se está realizando una campaña para que la “adicción a Internet” sea reconocida oficialmente como un trastorno de la salud. Esto ocurre gracias al aumento exponencial de dispositivos y de la información disponible en estas nuevas plataformas. Según ciertos profesionales, producto de esta enorme cantidad de información, la toma de decisiones se torna mucho más difícil y la productividad de los usuarios está decayendo pues están abrumados de tanta información y con la sensación que nunca pueden escapar de la oficina.

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Otro gran problema del uso indiscriminado de la tecnología es que, los trabajadores dependen más de las aplicaciones de trabajo y se vuelven cada vez más intolerantes cuando las cosas no funcionan.  Conforme a una investigación, más de la mitad de la fuerza laboral consultada, siente que se espera que el trabajo sea llevado a cabo con mucha más celeridad producto de la capacidad de estar conectados constantemente mientras que casi la mitad de estos trabajadores analizados  consideran que sus empleadores esperan tenerlos a su disposición a cualquier hora y en cualquier lado.

Si bien es verdad que los dispositivos móviles, sean teléfonos inteligentes o tabletas, han permitido aumentar la agilidad y flexibilidad del trabajo en sí, la clave sería hacer que esta flexibilidad trabaje para usted y que el uso del “Smartphone” sea mucho más disciplinado en lo concerniente al trabajo.

En definitiva, si está planeando tomarse vacaciones, la opción más sana es dejar de estar “siempre encendido” y poner un aviso de “fuera de la oficina” en correos electrónicos y mensajes, y poner fuera del alcance de su mano su telefono puesto que, casi siempre hay alguien más que puede resolver los problemas laborales cuando Ud. no está disponible.
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Fuente: BBC Mundo, agencias

Categorías: Internacional, Internet, ciencias y tecnologías, Salud, Sociedad
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