Un soldat canadien regarde un CF-18, à Trapani, en Italie (archives 2011).

Un avión de combate canadiense CF-18
Photo Credit: PC / Sean Kilpatrick

Stephen Harper debe aclarar el papel de Canadá en Irak

Escuche

A medida que aumentan los bombardeos encabezados por Estados Unidos contra el grupo armado Estado Islámico en territorio sirio e iraquí y se escuchan las amenazas de parte de sus combatientes religiosos contra Canadá, aumentan en el país las interrogantes sobre las acciones tomadas por Ottawa.

El gobierno canadiense, encabezado por el primer ministro conservador Stephen Harper, decidió enviar soldados canadienses a Irak en calidad de asesores.

El periódico The Toronto Star publicó este domingo un editorial sobre el tema, titulado “Stephen Harper debe despejar la niebla sobre el papel de Canadá combatiendo contra el Estado Islámico.”

null
Yihadista del Estado Islámico monta la guardia ante una camioneta de artillería antiaérea en el norte de Irak. © SRC/ STRINGER Iraq / Reuters

El punto central del editorial es que Canadá todavía está esperando que Stephen Harper consulte seriamente al Parlamento sobre el papel del país en el combate contra el Estado Islámico en Irak y Siria.

El desprecio del primer ministro Stephen Harper hacia el Parlamento y el público canadiense en general rara vez ha sido más evidente. Mientras él compromete tranquilamente al país a una creciente guerra contra los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Siria,todavía tiene que informar a los diputados de manera significativa sobre el tema, abrir un debate sobre sus planes o permitir una votación.

En lugar de hacer esto, Harper se ha rodeado de un manto de niebla políticamente conveniente, dando información a cuentagotas y sólo cuando le conviene. Sus planes reales sólo los conocen Washington y él mismo, dice el editorial del Toronto Star.

Esa no es la manera en la que nuestros principales aliados operan. Ellos tratan al público con un mínimo de respeto.

En Estados Unidos, el presidente Barack Obama ha abordado de lleno el tema ante la nación, explicando sus planes para luchar contra los yihadistas. También ha informado a los líderes del Congreso y logrado un consenso bipartidista.

En Gran Bretaña, el primer ministro David Cameron abogó en su parlamento en favor de los ataques militares, advirtiendo que la batalla puede durar años, y obtuvo un fuerte voto a favor. Y el primer ministro australiano, Tony Abbott, ha informado a su Parlamento sobre sus planes y llevó a cabo un debate.

El Consejo de Seguridad de la ONU también ha debatido y aprobado una resolución unánime exigiendo a los países endurecer sus leyes para impedir el flujo de combatientes extranjeros hacia las filas de la organización armada Estado Islámico y otros grupos terroristas.

Por su parte, los canadienses siguen esperando que el primer ministro Stephen Harper consulte seriamente al Parlamento, pese a que Canadá es el único aliado de Estados Unidos con asesores militares ya en el terreno.

El editorial del Toronto Star destaca que Harper ni siquiera se hizo presente cuando el Parlamento llevó a cabo un debate de emergencia pobremente informado a principios de este mes. Si no hay consenso en el Parlamento canadiense es porque Harper no quiere darse la molestia de tratar de forjar ese consenso.

En lugar de ello, prefirió un público de negocios de Nueva York la semana pasada para compartir la noticia de que su gobierno está considerando ampliar la participación canadiense contra el grupo armado Estado Islámico. Esto dejó a los parlamentarios canadienses viendo estaciones de televisión extranjeras para tratar de tener una idea de lo que Ottawa está haciendo.

En Ottawa, cuando el líder de la oposición oficial, el neodemócrata Tom Mulcair, trató de hacer algunas preguntas básicas, el diputado conservador Paul Calandra, respondiendo en nombre de Harper, puso en la vergüenza pública a la bancada oficial al responder de manera obtusa y deliberadamente inadecuada, por lo cual más tarde tuvo que disculparse.

Tal es la actitud arrogante de un gobierno conservador que considera que la rendición de cuentas y la transparencia son el enemigo.

Como ha señalado acertadamente el líder liberal Justin Trudeau, Harper ha adoptado estrategias políticas evasivas, deformando la verdad.

El país tiene derecho a saber a dónde lleva la presencia canadiense en Irak. Y el Parlamento debe poder votar sobre ello.

Harper debería haber informado a los canadienses sobre la posibilidad de que aviones de combate canadienses vuelen sobre Irak o incluso Siria. Aparentemente, el gabinete debatirá el tema esta semana.

Harper también debería estar preparado para informar si tiene la intención de enviar más asesores militares, y si es así, cuántos más. Debería explicar qué están haciendo en el terreno y si sus tareas incluyen asesorar en situaciones de combate, lo que los expone al riesgo. Harper también debería informar cuánto tiempo permanecerán los militares en el terreno.

Harper debe informar sobre que otros equipos militares Ottawa está dispuesta a desplegar. ¿Aviones de control y vigilancia?, ¿más transporte?, ¿más equipos de combate?

El primer ministro debería hacernos saber cuándo, si acaso, Canadá va a aceptar más refugiados de la zona de guerra y si va a aumentar la ayuda para hacer frente a la apremiante necesidad.

A medida que se intensifica la guerra, los neodemócratas y los liberales ya no habla de un «lento proceso de enfrascarse en la misión.» Ahora están preocupados por un «veloz ingreso en la misión.»

Han pasado varias semanas desde que Harper anunció, no en el Parlamento sino en una cumbre de la OTAN en Gales, que su gobierno había decidido el envío de asesores militares a Irak.

Harper ha tenido el tiempo suficiente como para explicar a los canadienses qué otros planes más tiene en mente.

Sin embargo, aún estamos a la espera de que la niebla se levante sobre la participación canadiense en Irak, dice finalmente el editorial del periódico canadiense The Toronto Star.

Categorías: Internacional, Política
Etiquetas: , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.