La Cámara de Representantes de EEUU, controlada por los republicanos, votó a favor de un proyecto de ley que autorizaría la construcción del oleoducto Keystone XL entre Canadá y Texas. El Senado podría hacer lo mismo la próxima semana.
El polémico proyecto, que se inició hace seis años por TransCanada, tiene por objetivo unir los yacimientos canadienses de las arenas bituminosas a las refinerías en Luisiana en el sur de los Estados Unidos.
Este proyecto fue uno de los temas de la campaña de los republicanos en las elecciones de mitad de mandato que permitió al partido tomar el control del Senado, además de mantener su mayoría en la Cámara de Representantes.
En reacción a la votación de hoy, la Casa Blanca dijo que el derecho de aprobación de los proyectos de infraestructura transfronterizos le pertenece a la administración y no a los miembros del Congreso. Esta declaración es una amenaza velada de la Casa Blanca, la que podría imponer su veto.
Por su parte, las organizaciones de protección del medio ambiente siguen haciendo campaña en contra de la construcción del gasoducto en nombre de la protección del medio ambiente y la lucha contra el calentamiento global.
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