La brecha entre ricos y pobres en tiempo de Navidad

Con el lema “Nosotros alimentamos el progreso” en 2011 el ex parlamentario y ex líder del Nuevo Partido Democrático, Ed Broadbent, fundó una organización de investigación y proposición de políticas públicas, llamada Broadbent Institute, con sede en Ottawa.

La tarea del Instituto Broadbent es de apoyar, desarrollar y promover los principios social-demócratas para el siglo 21, proponer nuevas soluciones para una sociedad más igualitaria y dotar a las nuevas generaciones de activistas y pensadores progresistas con las herramientas necesarias para construir una sociedad social-demócrata mediante la formación y la educación.

Coincidiendo con las fechas de fin de año, el Instituto Broadbent dio a conocer un nuevo estudio sobre la creciente brecha entre ricos y pobres en el país. Willy Blomme es la portavoz de este organismo. Ella explica que este estudio fue llevado a cabo para tener una idea clara sobre la situación. La realidad es más contundente de lo que se esperaba.

“La realidad es que mucho pero de lo que creen los canadienses. El 20 % de los canadienses más ricos controla el 70 % de la riqueza en el país, mientras que el 20 % más pobre de la población no posee nada”, explica Willy Blomme, portavoz del Instituto Broadbent.

Ya en abril de 2012 el Toronto Star señalaba que la población quiere una mayor igualdad entre los canadienses. El problema es que tanto en Ottawa como entre los gobiernos provinciales, los políticos temen hablar de aumentar los impuestos a los más ricos, por muy urgente que pueda ser la situación.

Lo que paraliza a los políticos canadienses es el espectro de una reacción negativa de parte del electorado. Sin embargo, ya en ese momento un 64 por ciento de la población, incluyendo a conservadores y la gente rica, se manifestó dispuesta a pagar un poco más en impuestos para proteger los programas sociales como los servicios de salud pública, las pensiones y el acceso a la educación superior, que son instituciones que ayudan a reducir la desigualdad de ingresos.

Willy Blomme sostiene que lo que quiere la población canadiense es que el 20 % de los canadienses más ricos puedan controlar el 30 % de la riqueza en el país, y quiere que el 20 % más pobre pueda beneficiarse del 11 % de la riqueza. Según ella, el gobierno federal tiene un rol importante que jugar a la hora de construir una sociedad más igualitaria.

Desde que los conservadores del primer ministro Stephen Harper llegaron al poder en Ottawa, la situación de los más pobres ha empeorado. Catorce por ciento de todos los ingresos en Canadá ahora va directamente a los bolsillos del uno por ciento de los canadienses más ricos. En comparación, ese porcentaje era solamente del ocho por ciento en la década de 1980.

Otro indicador señala que por cada dólar de aumento de los ingresos nacionales en los últimos 20 años, más de 30 centavos han ido en beneficio del uno por ciento más rico, mientras que los 70 centavos restantes tienen que ser compartidos entre el 99 por ciento de la población canadiense, sostiene el estudio del Instituto Broadbent.

Ideológicamente, lo que buscan los conservadores es la privatización de los servicios públicos y la reducción de la talla del Estado. La reducción de la brecha entre ricos y pobres y la imposición de obligaciones fiscales a los ricos para cumplan con su justa parte no hacen parte de sus prioridades. Es por ello que para el Instituto Broadbent, la vía de las urnas es una manera de corregir la situación.

Interrogada por qué escogieron el período de las fiestas de fin de año para lanzar esta campaña, Willy Blomme explicó que es el mejor momento del año para abordar el tema. Además, el 2015 es año de elecciones federales, un año en el cual los canadienses tendrán una oportunidad de cambiar el rumbo de la historia del país.