El proyecto de ley de lucha contra el terrorismo que será presentado hoy en la Cámara de los Comunes dará más poder al Servicio Canadiense de Seguridad e Inteligencia, SRCS, y criminalizará la promoción del terrorismo.
Según CBC, la red inglesa de Radio Canadá, el proyecto de ley debería cambiar el mandato del SCRS, que se limitaba hasta el momento a recopilar informaciones para transmitírselas a la policía. Los servicios secretos podrán en el futuro intervenir en ciertas operaciones exclusivas a la Real Policía Montada o Gendarmería Real de Canadá (RCMP-GRC por sus siglas en inglés y francés), pero sin poder hacer detenciones.
Así, este nuevo poder permitirá a los servicios secretos canadienses obtener mandatos para impedir a simpatizantes yihadistas salir del país o anular reservaciones de vuelo que hayan podido hacer para ir a unirse a grupos extremistas en el extranjero.
El servicio de inteligencia podrá también bloquear transacciones financieras vinculadas a posibles actividades terroristas e interceptar entregas de equipos o de material que pueda ser utilizado en eventuales ataques.
Ottawa agregará también una nueva disposición al Código criminal que permitirá castigar a los extremistas que alienten a otras personas a cometer atentados.
“En principio es una buena idea, porque ya hemos visto bastante gente que se inspira de esas palabras para pasar a la acción”, afirma el experto en seguridad Christian Leuprecht de la Universidad Queen’s de Kingston, Ontario.
Un ejemplo concreto, según el experto, es un video en el que vemos a un joven canadiense hacer un llamado a los musulmanes del país a que se unan al grupo Estado Islámico o que cometan atentados terroristas en Canadá. “Compren un pasaje de avión o afilen sus cuchillos”, dice el joven en su mensaje.
El gobierno conservador justifica la presentación de este proyecto de ley invocando la amenaza terrorista, como el atentado ocurrido el 22 de octubre pasado en Ottawa o el atentado cometido dos días antes, por Martin Rouleau-Couture que atropelló con su auto al militar Patrice Vincent en Saint Jean Sur Richelieu.
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