En el marco del Gran Premio de Canadá (en francés: Grand Prix du Canada) de la Fórmula 1, que tuvo lugar en la ciudad de Montreal, el fin de semana pasado, dos activistas de FEMEN aprovecharon para denunciar la explotación sexual de las mujeres.
“Montreal no es un burdel” decían las activistas ante los visitantes que fueron a ver los autos de la Fórmula 1. El gesto de las dos mujeres terminó con una intervención brusca de la policía, el arresto de las dos jóvenes, así como acusaciones de acción indecente y perturbación de la paz pública.
FEMEN
FEMEN es un movimiento feminista fundado en 2008, en Ucrania. El mismo se caracteriza por las protestas alrededor del mundo de sus integrantes con el torso descubierto que buscan reivindicar los derechos de la mujer y manifestar en contra del turismo sexual.
El movimiento, que no recibe el apoyo de todos los grupos feministas, ha sido criticado por utilizar la desnudez como recurso, a pesar de que ellas consideran este gesto como una reapropiación de su cuerpo. Se les reprocha tanto el método, como una supuesta falta de claridad en sus mensajes y sus fuentes de financiamiento.
Lo cierto es que las acciones de sus activistas quieren ser espectaculares y provocar al público para lograr una mayor mediatización de las mismas.
Y eso fue lo que lograron el fin de semana pasado en Montreal. Una de las dos activistas fue Rocío Valencia, una joven colombiana de 29 años.
¿Por qué perturbar el Gran Premio de Canadá de la Fórmula 1, un evento que reporta miles de dólares a la ciudad?
Conversamos con ella sobre este tema, así como sobre sus motivaciones, su preparación y su manera de enfrentar las consecuencias de sus actos.
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