La conexión USB, bus universal en serie por sus siglas en inglés, fue diseñado en el año 1996. Desde aquel entonces, numerosas versiones pasaron por nuestras manos dándonos la posibilidad de mejorar la velocidad de transferencia de datos entre el ordenador y los periféricos. En realidad, a ciencia cierta, la diferencia entre las últimas versiones como la 2.0 y la 3.0 tiene que ver con la tasa de transferencia, la velocidad y el soporte para la alta definición. Y como si esto fuera poco, desde que fue aprobado en febrero del 2015, el nuevo USB-C promete un avance importante en términos de performance, pues, según las palabras de sus creadores el Group Promoter, sus opciones de conectividad serían mucho más versátiles y potentes.
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Muchos usuarios de tecnología se preguntan cómo podría afectar la llegada de este nuevo conector al usuario cotidiano. Según los expertos, son muchas las ventajas de este nuevo estándar que busca principalmente simplificar la vida del consumidor. El nuevo USB-C llegará por supuesto con mayor velocidad y versatilidad aunque el cambio probablemente traiga algunas complicaciones.
Este nuevo proyecto, que fue puesto en acción por “Group Promoter”, un conglomerado conformado por Intel, Hewlett-Packard, Ericsson, Texas, entre otras, logró el apoyo de las grandes tecnológicas como Apple, Microsoft y Google.
Si bien se esperaba que las primeras versiones de computadores y dispositivos digitales con el nuevo puerto USB-C salieran en un futuro no muy lejano, ya salieron al mercado los primeros teléfonos inteligentes con el renovado puerto. El teléfono LeTV de fabricación china, que ya está a la venta, ya lo tiene y la empresa responsable del “OnePlus” anunció que el nuevo dispositivo lo trae de serie.
Entre las ventajas de este nuevo conector pues tienen un nuevo diseño, diferente al que conocemos, y ese diseño le otorga reversibilidad. Y este es un punto muy importante porque la mayoría de los conectores que existen hasta la fecha necesitan ser orientados de una manera específica para poder ser introducidos en los dispositivos, y de alguna manera la posibilidad hacerlo hasta con los ojos cerrados es un gran punto a favor. Esto generará comodidad y rapidez a la hora de la conexión.
Otra de las ventajas es la posibilidad de transmitir señales disimiles con el mismo cable. El USB-C permite soportar potencias eléctricas de 100Watts. Con esa energía es más que suficiente para cargar computadores portátiles y al mismo tiempo, varios dispositivos móviles. Según datos técnicos, el flujo de esa corriente puede ser “negociada”, es decir que la fuente de alimentación puede ser cambiada sin necesidad de cambiar la dirección del cable. Con esta novedad, un teléfono podría ser cargado con una Tablet, o viceversa. A partir de esta posibilidad, la pesadilla de diferentes cables para cada modelo de computadora podría desaparecer de una vez por todas.
Como decíamos al principio, cada vez que un modelo nuevo de USB salía al mercado, una de las principales mejoras era la velocidad. En el caso del USB-C es un hecho, pues la velocidad de transmisión de datos fue medida en 10 Gbps (Giga bit por segundo) lo que supone el doble de velocidad del USB 3, siempre y cuando los dos extremos tengan la misma conexión USB-C. Para este detalle vamos a tener que esperar un tiempo hasta que el estándar de esta nueva conexión sea masivo en la industria de la tecnología.
La promesa es grande, el USB-C podrá conectar monitores o televisores de alta definición 4K o 5K, dispositivos de almacenamiento o redes a gran velocidad y hasta cargar los dispositivos en los dos sentidos. Pero hasta que esto suceda, y que el uso sea generalizado nuestro futuro próximo será una danza de adaptadores.
Fuentes: BBC, Sataka.com, Agencias
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