Amnistía Internacional acusó a Israel de haber cometido crímenes de guerra, ante la muerte de 135 civiles en represalia por la captura de uno de sus soldados, durante el conflicto en la Franja de Gaza en el verano de 2014.
Según la organización, nuevos elementos de prueba permitieron establecer que los israelíes perpetraron crímenes de guerra en venganza por la captura de un militar de sus filas, en un ataque “sistemático y deliberado”, en el que perecieron más de cien civiles.
Las autoridades israelíes, por su parte, denunciaron la versión como falsa, acusando a la organización humanitaria de demostrar una “obsesión compulsiva”, cuando se refiere a Israel. “Amnistía olvida que había un conflicto en curso y que organizaciones terroristas palestinas llevaban a cabo ataques” contra sus los soldados desde territorio civil, sostuvieron.
El informe de la ONG se basa en cientos de fotos, videos, imágenes satelitales y testimonios, que relatan la forma en la que se sucedieron los ataques entre el 1 y el 4 de agosto de 2014.
Amnistía tituló al documento “Viernes negro, matanza en Rafah”, haciendo referencia al 1 de agosto, un mes después de iniciado el conflicto, cuando los civiles comenzaban a retornar a sus viviendas, creyendo que regía una tregua, y fueron sorprendidos por la acción militar israelí.
Los testimonios incluidos en el reporte hablan de escenas de pánico y caos, bajo un diluvio de disparos de los aviones F-16, drones, helicópteros y la artillería, que provocó la muerte de civiles.
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