Los bomberos trabajan intensamente para recuperar terreno en su lucha contra los incendios forestales que aquejan a California, en la costa oeste de Estados Unidos.
El lunes, las llamas superaron una autopista que había servido de barrera de contención, poniendo más dramatismo a la situación generada por los más de 20 focos de fuego que afectan al territorio californiano.
De todos modos, las temperaturas más frescas de las últimas horas ayudaron a las cuadrillas de emergencia a erigir una defensa entre los fuegos forestales y miles de viviendas amenazadas por el avance del siniestro, alimentado por la sequía que desde hace semanas aqueja a la región.
Un funcionario del Departamento de Protección Forestal y de Lucha Contra Incendios reconoció que había demasiados focos de fuego para poder combatirlos de manera eficaz.
Al menos dos docenas de viviendas fueron destruidas por las llamas en los últimos días, obligando a más de 13.000 residentes a huir del lugar.
El siniestro triplicó su extensión durante el fin de semana último, llegando a cubrir 250 kilómetros cuadrados y generando sus propios vientos, que alimentaron las llamas, que consumieron miles de hectáreas de arbustos en pocas horas.
Otros incendios en California, Washington y Oregón resultaron de las sequías y las temperaturas extremadamente altas, que convirtieron a la costa oeste en terreno propicio para la combustión.
Hasta el momento, un bombero murió y otros 4 resultaron heridos durante el combate contra el fuego.
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