El superintendente Mark Fenton, de la Policía de Toronto, dijo que se “excusaba personalmente con todas las partes inocentes” luego de ser declarado culpable de mala conducta profesional por haber, entre otras cosas, ordenado la detención de centenas de manifestantes durante la Cumbre del G-20 que se llevó a cabo en 2010.
El superintendente era el oficial de mayor grado entre las personas acusadas por estos actos durante la Cumbre.
El juez retirado que presidió la audiencia disciplinaria, que comenzó el pasado mes de noviembre, determinó que Fenton abusó de su autoridad en le ejercicio de sus funciones.
El centro del proceso: la decisión que tomó el oficial -que ocupaba el puesto de tercero al mando de la Policía de Toronto- de encerrar unos mil manifestantes -y personas que pasaban por el lugar- durante los días 26 y 27 de junio del 2010 en el centro el de la ciudad.
Las personas estuvieron retenidas durante horas –incluso cuando hubo una tempestad- con el pretexto de que había vándalos escondidos en el grupo.
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