Acusado de corrupción, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina perdió ayer su inmunidad y a partir de ahora tiene completamente prohibido salir del país.
Otto Pérez Molina conoció ayer su peor día desde el movimiento de ira entre los ciudadanos -que algunos analistas llaman la Primavera Guatemalteca- provocada por el escándalo de corrupción que destapó una estructura de sobornos en el sistema de aduanas del país.
La Fiscalía General y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, Cicig, un organismo de la ONU, entre otros, lo acusan de ser uno de los cabecillas de una red criminal que exigía sobornos a los empresarios a cambio de exoneraciones fiscales.
El ex general niega cualquier responsabilidad en este caso que ha sacudido a Guatemala desde hace varios meses. Según fuentes en la Oficina del Fiscal General, dentro de poco se podría emitir una orden de detención contra el presidente Pérez Molina.
El lunes de esta semana Otto Pérez Molina se negaba rotundamente a renunciar a pesar de la multiplicación de los llamados para su destitución.
El jefe de Estado de 64 años, decidió no presentarse a un segundo mandato en las elecciones generales del domingo próximo, en las que el favorito es el candidato de derecha, Manuel Baldizón, del principal partido de la oposición, Libertad Democrática Renovada.
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