Mauricio Macri celebrando su victoria en la segunda vuelta presidencial de Argentina. La era Kirchner es cosa del pasado aunque Macri tendrá que negociar con el Congreso para poder obtener lo que quiere.

Mauricio Macri celebrando su victoria en la segunda vuelta presidencial de Argentina. La era Kirchner es cosa del pasado aunque Macri tendrá que negociar con el Congreso para poder obtener lo que quiere.
Photo Credit: AP/Ricardo Mazalan

Argentina pone fin a una era: Mauricio Macri elegido presidente

Escuche Sin exagerar, el cambio de gobierno que se viene en Argentina será histórico y de grandes repercusiones internas e internacionales.

Es el fin de una era, la de los Kirchner – que duró 12 años, primero Néstor (QEPD) y luego su esposa Cristina- y el comienzo de otra forma de gobernar, de otros paradigmas políticos y económicos, de otra forma de ver la geopolítica y las relaciones internacionales.

El analista internacional Víctor Armony, de origen argentino, nos da –desde su perspectiva- una lectura de lo que significa la elección del conservador Mauricio Macri como presidente tanto a nivel interno como de política exterior.

La hora del cambio no es un “cheque en blanco”   

Mauricio Macri, un ingeniero de 56 años de edad, obtuvo el 51,45% de los votos en la primera segunda vuelta presidencial de la historia del país. Su rival, Daniel Scioli, candidato de la presidenta, reconoció su derrota.

Para nadie es un secreto: los desafíos económicos y sociales del país serán abordados de una manera muy diferente a lo que se conoció en los últimos años –más de una década- y los criterios del electo presidente conservador darán un giro de muchos grados frente a la visión “kirchnerista” predominante.

Controlar la inflación, que este año alcanza el 25%, buscar una solución a la devaluación de la moneda, poner orden en el mercado cambiario, liberar las exportaciones y sanear las arcas del Banco Central son algunos de los desafíos internos.

No son pocos los que temen que Mauricio Macri ponga al país en el camino del neoliberalismo asegurando que ese tipo de política «le hizo daño a la economía del país» en la década del 90.

Todos, sin embargo, saben que es necesario abrir el país al mundo en materia económica y de inversiones. Para eso es necesario buscar nuevas alianzas -y mejorar las existentes- que permitan un buen flujo de capitales y consoliden las balanzas comerciales.

Hay que agregar que muchos esperan que el electo presidente se apersone de lo que algunos analistas llaman “la búsqueda de medidas de unión de los argentinos” luego de años de divisiones y polarizaciones.

En Materia internacional, es claro que Macri no tiene la intención de mantenerse en los espacios “de izquierda” en los que los Kirchner incluyeron al país, o al menos no con el mismo grado de compromiso.

Seguramente habrá cambios en las posiciones y la forma de posicionarse en los organismos multilaterales como el MERCOSUR, la UNASUR y el grupo ALBA.

Categorías: Internacional, Política
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