El transporte desde, hacia y al interior de las provincias marítimas canadienses, en la región atlántica del país, fue perturbado –y en algunos casos sigue siendo perturbado- por una tempestad de nieve que afecta esa zona.
Las oficinas gubernamentales y los colegios de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick permanecen cerrados, al igual que en las vecinas provincias de Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo donde la mayoría de instituciones educativas también están cerradas.
Varios vuelos fueron anulados en los aeropuertos de la región y los ferris de la zona se quedaron sin actividad durante la jornada.
Las carreteras y rutas están cubiertas de nieve y la visibilidad se ve reducida por las ventiscas invernales.
Las autoridades recomendaron, esta mañana, que se limitaran los desplazamientos inútiles por las carreteras hasta que la tempestad termine y las rutas sean sometidas al proceso de limpieza de la nieve.
Aunque esta tarde se espera un regreso paulatino a la normal, la Organización de Medidas de Urgencia de Nuevo Brunswick recordó que la nieve seguiría cayendo hasta en las horas de la noche y que en algunos lugares las precipitaciones serán fuertes.
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