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Por qué mentir es un signo de comportamiento saludable para los niños

Nadie quiere ser llamado un mentiroso. O peor, ser atrapado mintiendo. Sin embargo, la mentira es algo que todos hacemos, a menudo sin darnos cuenta.

La próxima vez que encuentre a su hijo gritando «no fui yo» mientras está de pie junto a un frasco de chocolate roto en el piso, no tenga miedo.Una investigación en curso en la Universidad de Toronto sugiere que hay un vínculo entre los niños que son astutos mentirosos y su éxito social en el futuro.

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Los investigadores sugieren que los niños que no son capaces de mentir con éxito junto a sus compañeros tienden a tener problemas, a veces mucho más tarde en la vida. © (Elaine Thompson / AP Photo)

«Los niños que mienten temprano, que mienten mejor, son los niños que van a desarrollarse normalmente, dice Kang Lee, Director del Grupo de Investigación de Desarrollo Infantil de la Universidad de Toronto.

«Si descubre a su hijo de dos años de edad, que está diciendo una mentira, en lugar de alarmarse, debe celebrar», dice Lee. «Su hijo ha llegado a una etapa importante de su vida.»

Lee ha pasado más de 20 años estudiando cómo y por qué los niños mienten.

Él encontró que a los dos años, aproximadamente el 30 por ciento de los niños son capaces de lograr una mentira convincente. A los tres años, alrededor del 50 por ciento puede mentir con éxito. Y por los cuatro, alrededor del 80 por ciento puede hacerlo.

Kang Lee es director del Grupo de Investigación de Desarrollo Infantil en la U de Toronto

Mentir significa agudeza social

Los niños que no son capaces de mentir con éxito ante sus compañeros tienden a tener problemas.

«Estos niños tienden a decir mentiras con mayor frecuencia y pueden ser fácilmente señalados», dice Lee, añadiendo que este déficit hace que la socialización sea mucho más difícil. «La falta de comprensión sobre los comportamientos sociales puede hacer que una persona se desarrolle de forma diferente a la esperada.»

Poder mentir de manera convincente es un signo de dos logros importantes en el desarrollo del niño:

La capacidad de reconocer que lo que está pasando en la mente de uno es diferente de lo que está pasando en la mente de otra persona (teoría de la mente); y

La capacidad de regular el comportamiento y las acciones (función ejecutiva) de uno.

Sin estos dos hitos clave, los niños tienden con frecuencia a tener problemas de conducta.

«Los niños que se desarrollan normalmente son propensos a contar buenas mentiras», dice Lee, añadiendo que estas mentiras «buenas» están tan bien armadas que incluso los adultos con frecuencia no pueden darse cuenta que les están mintiendo.

Contrariamente a la creencia común de que la honestidad es la mejor política, hay razones «pro-sociales» para mentir.

«Si vamos a ser una sociedad próspera, tenemos que aprender a mentir», dice Lee. «Somos seres sociales y tenemos que trabajar con los demás. En algunos casos, es posible que tenga que decir mentiras para lograr ese objetivo. Por eso no hay que pensar ciegamente que la honestidad es la única política».

Un ejemplo de mentiras pro-sociales son las «mentiras blancas» que protegen a los sentimientos de los demás, como el agradecer a su abuela por un suéter que le tejió, incluso si usted piensa que es feo.

«Es tan paradójico – por un lado, tratamos de socializar a los niños para que sean honestos, pero si son brutalmente honestos, algo malo va a pasar con ellos probablemente «, dice Lee. «Nunca habría anticipado esto.»

Cómo mentir, protege

«Hicimos una inversión colectiva en la falta de honradez», dice David Livingstone Smith, de la Universidad de Nueva Inglaterra, profesor de filosofía y autor de Por qué mentimos: Las raíces evolutivas del engaño y de la mente inconsciente.

David Livingstone Smith es el director del Proyecto de la naturaleza humana en la Universidad de Nueva Inglaterra.

«La mentira aceita las ruedas de la interacción social. Un poco de falta de honradez no es opcional. Es necesario».

Señala que la mentira puede ser muy penetrante, hasta el punto que nos convencemos de nuestras propias mentiras.

«Con el fin de lograr un buen desempeño en el mundo social, tenemos que engañarnos a nosotros mismos y proyectar una imagen brillante de nosotros mismos a los demás», dice Smith.

Da un ejemplo reciente de esto en el caso del presentador estrella de la cadena NBC de noticias, Brian Williams, quien, a lo largo de una década, contó una historia falsa acerca de cuando estuvo en un helicóptero que sufrió un ataque en Irak en 2003.

«Es muy fácil recordar incorrectamente, especialmente cuando ese recordar realza la posición o el estatus de uno,  «, dice Smith.

Los estudios demuestran que la mayoría de la gente es consciente de la mentira una vez o dos veces al día. Esto no sucede con más frecuencia, en parte, dice Kang Lee, Director del Grupo de Investigación de Desarrollo Infantil de la Universidad de Toronto, porque si una persona se ve atrapada en una mentira, corre el riesgo de ser excluida socialmente.

RCI con información del periodista  Nicola Luksic de CBC. la entrevista con Kang Lee fue hecha en el rpograma Ideas de CBC.

Categorías: Sociedad
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