El elevado número de muertes en las cárceles sirias es prácticamente una política de “exterminación” y se podría asemejar a un crimen de lesa humanidad por parte del régimen, estiman investigadores de Naciones Unidas en un informe hecho público hoy.
Esta comisión de investigación pide al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga “sanciones” a los miembros de la jerarquía civil y militar siria directamente responsables o cómplices de la muerte, tortura y desaparición de detenidos. La comisión se abstiene de nombrar a estos responsables.
El informe titulado “Ojos que no ven: Muertos en detención”, cubre el período que va del 10 de marzo de 2011 al 30 de noviembre de 2015 y se apoya en entrevistas con 621 sobrevivientes y testigos, así como en material documental recopilado por el equipo dirigido por el brasileño Paulo Pinheiro.
El número de personas detenidas por el gobierno del presidente Bashar Al-Assad se estima en decenas de miles. Muchos han “desaparecido” después de su detención por las fuerzas de seguridad gubernamentales o de su secuestro por grupos armados, afirman los investigadores de Naciones Unidas.
“Los asesinatos y muertes descritas en ese informe ocurren con una frecuencia elevada, sobre un largo período y en múltiples lugares, con un apoyo logístico importante que implica recursos del Estado (…) Es razonable pensar que la conducta descrita se asemeje a una exterminación comparable a un crimen de lesa humanidad”, escriben los investigadores de la ONU en su informe.
Así mismo, agregan los investigadores, es razonable pensar que “oficiales de alto rango” entre los que se encuentran los jefes responsables de las cárceles y de la policía militar, así como sus superiores civiles, estén al tanto de estas muertes masivas en detención. Ellos son en consecuencia, “penalmente responsables a título personal”, dicen los expertos de la ONU, que reclaman nuevamente que Siria sea juzgada ante la Corte Penal Internacional, CPI.
En lo que respecta a los grupos islamistas Frente al Nosra y Estado Islámico, dice el informe, también cometieron ejecuciones masivas de soldados gubernamentales capturados y sometieron a civiles a “procesos ilícitos” por tribunales religiosos que ordenaron penas capitales.
“La búsqueda de los responsables de estos crímenes deben formar parte de toda solución política”, concluyen los expertos de Naciones Unidas.
Radio Canadá
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