Un sismo de 6,3 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió el martes por la noche la costa chilena ubicada al norte de Santiago, la capital, aunque no se reportaron víctimas ni daños materiales, según informó el Instituto Geológico de Estados Unidos.
El temblor se produjo a 326 kilómetros al noroeste de la capital del país y su epicentro se ubicó a 31,5 kilómetros de profundidad.
La potencia del sismo fue demasiado débil como para obligar a las autoridades a lanzar un alerta por riesgo de tsunami.
Chile está ubicado sobre el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se encuentra gran cantidad de volcanes. Se trata de una zona de actividad sísmica intensa, en la que se registra el mayor número de las erupciones volcánicas y temblores de tierra en todo el planeta.
En los últimos años, el país padeció tres grandes sismos, de magnitudes superiores a los 8 grados.
De todos modos, Chile ha resistido bien, gracias sobre todo a sus normas y regulaciones severas en materia de construcción, que disponen que los edificios deben estar concebidos y construidos con el objetivo de salvar vidas durante un terremoto, manteniéndose de pié.
El país parece haber aprendido la lección del temblor ocurrido en 2010, que midió 8,8 grados y fue acompañado de un tsunami, con un saldo de 500 muertos.
Tras esa tragedia, el parlamento chileno endureció las normas que rigen la construcción en todo el país y las empresas del sector desarrollaron técnicas antisísmicas novedosas.
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