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« Sin papeles soy nadie »

“El informe es el resultado de 2 años de trabajo de investigación.  Se han documentado decenas de casos de personas nacidas en República Dominicana desde hace varias décadas. A veces son hijos de inmigrantes, pero también son nietos, bisnietos, dependiendo de las generaciones y que básicamente están en una situación en la que simplemente no existen. Son como fantasmas, sin nacionalidad, sin derechos, no pueden estudiar ni trabajar. Por lo que son blanco de violencia y abusos”.

-Robin Guittard, Amnistía Internacional

Esto es lo que les sucedió en República Dominicana a decenas de miles de dominicanos de origen haitiano en septiembre de 2013. La máxima instancia judicial del país decidió que, aunque durante generaciones habían nacido y vivido en el país, no debían haber sido consideradas dominicanas porque sus padres, abuelos, o incluso bisabuelos, que eran indocumentados, provenían del país vecino, Haití, que está en la misma isla del Caribe que la República Dominicana.

Un año después, en 2014, el gobierno trató de anular la decisión mediante una nueva ley, impelido únicamente por la presión política y por la situación de crisis para los derechos humanos que se había creado. La ley no bastó: muchas personas dominicanas de ascendencia haitiana siguen en la actualidad siendo apátridas.

Para ellas y para sus familias, esto no sólo significa que no existen para ningún país, también significa que no tienen derechos.

© AI

La posición del gobierno dominicano

« El gobierno dice que sus reglas siempre fueron así. Que los descendientes de personas migrantes irregulares no tenían derecho a la ciudadanía dominicana. Eso es como reinterpretar el marco jurídico, legal dominicano. Pero no es así, porque desde hace décadas República Dominicana otorgaba la nacionalidad a las personas que nacían en el país.”

Sin nacionalidad, estas personas están desprovistas de documentos. Sin documentos, los niños y niñas tienen que abandonar la escuela. No pueden ir a la universidad y convertir en realidad sus sueños de una vida mejor. Las personas apátridas tienen dificultades para acceder a los servicios de atención a la salud. No pueden viajar y se ven obligadas a tener empleos informales. Las mujeres corren especial riesgo de sufrir abusos y violencia, y tienen muy pocas opciones de reclamar justicia ante un tribunal. La vida de todos los que siguen siendo apátridas está en el limbo.

Robin Guittard, encargado de campañas de Amnistía Internacional en México

El informe

El informe elaborado por AI se basa en investigaciones llevadas a cabo entre octubre de 2013 y noviembre de 2015. En ese tiempo, la organización ha examinado causas y sentencias judiciales, informes oficiales y declaraciones públicas, publicaciones de ONG nacionales e internacionales, documentos públicos de mecanismos internacionales de derechos humanos –entre ellos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como órganos de tratados, relatores especiales y agencias de la ONU– y artículos de prens

¿Problema nacional o internacional?

“Las violaciones a los derechos humanos es una preocupación que trasciende las fronteras. Si hubiera violaciones de los derechos humanos en Canadá todos tendríamos que preocuparnos en el mundo. Y dada la magnitud de la problemática en Dominicana, que afecta a decenas de miles de personas, tendrá un impacto a nivel regional, a nivel del Caribe. Porque estamos hablando de una población a la cual el gobierno dominicano le sigue negando su existencia. Pero esa gente ya está teniendo niños que nacen apátridas. Y es una población que va a crecer más. Y República Dominicana no está asumiendo su responsabilidad ni busca soluciones”.

Implicación de Canadá

“Tenemos numerosos activistas en Canadá, especialmente en la parte francófona, quienes están muy motivados con esta campaña. Están promoviendo una petición en Canadá y a nivel internacional en la cual se pide a la gente que sume su voz a la petición para forzar al gobierno dominicano a reconocer, primero, la magnitud de la situación de apatridia en el país, y segundo, establecer nuevos mecanismos para devolver la nacionalidad a los que se la quitaron en 2013.

Esto y más en la entrevista que Robin Guittard, encargado de campañas de Amnistía Internacional en México, le dio a Leonora Chapman, RCI.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Internacional, Sociedad
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