Cerca del 50 por ciento de los judíos israelíes quieren la expulsión o la transferencia de la población árabe israelí fuera de Israel. Eso es lo que muestra este martes un sondeo sobre las divisiones religiosas en el país.
La encuesta, realizada entre octubre de 2014 y mayo de 2015 y publicada este martes por el Centro de Investigación Pew, con sede en Washington, también mostró que muchos israelíes, tanto judíos como árabes, parecen haber perdido la esperanza en una solución al conflicto palestino-israelí que contemple la creación de dos Estados.
Las cifras muestran que un 48 por ciento de los judíos israelíes está de acuerdo con la idea de que los árabes deberían ser expulsados o transferidos fuera de Israel. La población árabe representa un 19 por ciento de la población total del país, que llega a los 8,4 millones de habitantes.
Unos 8 de cada 10 árabes se quejaron de una fuerte discriminación dentro de la sociedad israelí contra los musulmanes, que es la mayor minoría religiosa.
Líderes israelíes han condenado desde hace tiempo los prejuicios contra los árabes, observando que miembros de este segmento de la sociedad integran el Parlamento y el poder judicial de Israel, incluyendo la Corte Suprema.
Esta actitud de rechazo y expulsión contra los árabes israelíes se puso de manifiesto durante las elecciones de Israel hace un año, cuando en un intento por alentar a sus partidarios a acudir a las urnas, el primer ministro de derecha Benjamin Netanyahu empeoró la situación al sostener que los árabes estaban yendo a votar «en grandes cantidades».
Según el sondeo, cerca de un 40 por ciento de los judíos israelíes considera que se puede encontrar una forma de coexistencia entre Israel y un futuro Estado palestino, mientras que un porcentaje similar cree que eso no es posible, cifras que han permanecido relativamente sin cambios en los últimos años.
Las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes colapsaron en 2014, antes de una ofensiva militar que lanzó Israel contra Gaza. Ese ataque duró siete semanas, hasta fines de agosto de ese año.
Para el sondeo, los investigadores realizaron 5.601 entrevistas cara a cara con 3.789 judíos, 871 musulmanes, 468 cristianos y 439 drusos en Israel desde octubre de 2014 a mayo de 2015.
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