¿Cuánto podemos realmente inferir del discurso de un loro que fue testigo de un crimen?
Photo Credit: (CBC Edmonton)

Bud es un loro y fue testigo de un crimen ¿puede testimoniar?

«No quiero ir a la cárcel basado en el testimonio de un loro. Pero definitivamente sí, los loros pueden ser una evidencia.»

– Laurel Braitman, del Centro de Ética Biomédica de Stanford.

Un posible testigo de un asesinato está hablando. La pregunta es ¿alguien lo escuchará?

Su nombre es Bud, y es un loro gris africano.

Su frase – la que no deja de gritar a todo pulmón imitando la voz de su dueño – es una escalofriante: «No dispares, joder!»

Escuche

Bud fue testigo de un crimen © Christina Keller

Los loros grises africanos acostumbran a imitar lo que escuchan y pueden hacerlo aunque lo hayan oído tan solo una vez.

Tras llevar las grabaciones del loro Bud a una experta, ésta aseguró que «lo que reproduce este loro sin duda es una pelea entre una mujer y un hombre».

Bud podría saber quién mató a su propietario Martin Duram el año pasado en el mes de mayo en Estados Unidos.

Su exmujer, Christina Keller se hizo cargo del ave.

Christina Keller cree que su loro *Bud* puede haber sido testigo del asesinato de su ex-marido. © Christina Keller/CBC

«Creo que Bud es una pieza del rompecabezas. Creo que es posible que fueran las últimas palabras de Martin», dice Keller.

«Me aterrorizaba escucharlas en la boca de Bud», le comentó Keller a la periodista Carol Off de CBC, en el programa As It Happens. «Me aterrorizó  escuchar gritos estridentes, y miedo.»

Keller escucha dos voces distintas en la diatriba de Bud. Con seguridad una es la de su ex marido, Martin Duram. Pero también cree oir a Glenna, esposa de Martin.

Para Keller la grabación es evidencia legítima en el caso.

Si bien la policía de Michigan inicialmente sospechó de un intruso, ahora Glenna Duram -quien se recuperó de sus heridas-, es la principal sospechosa.

Las autoridades creen que la mujer le disparó a su esposo cinco veces con un arma que pertenecía a la familia y luego se apuntó a sí misma. La pareja había estado teniendo problemas financieros.

Glenna Duram, quien había dejado tres notas suicidas según las autoridades, negó haber asesinado a su esposo cuando los detectives la interrogaron.

Sus acusadores, sin embargo, señalan que el loro puede probar su culpabilidad.

¿Puede Bud ser considerado testigo del crimen?

Laurel Braitman, una autora de éxito, y una escritora en residencia en el Centro de Ética Biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, dice que valdría la pena escuchar a Bud.

Laurel Braitman, una autora de éxito, y una escritora en residencia en el Centro de Ética Biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford © (Bret Hartman)

«Los loros son muy buenos imitadores de nosotros y de los sonidos que hacemos», le dice al anfitrión del programa Day 6 de CBC, Brent Bambury.  «Los loros usan el lenguaje para compartir sus deseos y explicar las cosas a su alrededor y conseguir lo que necesitan, al igual que lo hacemos nosotros. »

Braitman dice que es cierto que no podemos saber lo que un loro está tratando de hacer con el lenguaje que está utilizando en un momento dado.

«Pero no creo que eso significa que no es útil», le dice a Bambury. «Creo que en este caso, Bud podría ser una especie de grabación en vivo de un emplumado que repite algo que había oído. No importa realmente porqué está repitiendo lo mismo.»

Pero un loro ¿podría subir al estrado?

Aquí es donde las cosas se empiezan a complicar. Si se quiere que las palabras de Bud sean parte del registro legal, tendría que declarar como testigo y ser interrogado.

«Los loros realmente no pueden ser testigos en los tribunales», dice Braitman. «No quiero ir a la cárcel basado en el testimonio de un loro. Pero definitivamente los loros pueden ser una evidencia.»

Una posible solución  

En cuanto a la forma en que podría funcionar, ella dice que ya hay un modelo que se podría adaptar.

«Ha habido casos de niños de tres años que subieron al estrado, que seguramente no entienden el concepto de perjurio y no entienden el sistema legal y sin embargo, se les permite decir lo que tienen que decir  en la corte», dice Braitman. «Así que creo que podría haber algún tipo de categoría especial para animales de habla,  para que digan lo que tienen que decir de alguna manera u otra, sin interrogatorio, al igual que lo hacemos con los niños “.

Por el momento no hubo aceptación de un juez de admitir al loro Bud como testigo. Pero la causa no está cerrada.

RCI con información de Carol Off  del programa As It Happens ,y de Brent Bambury del programa Day 6 de CBC/Internet

Categorías: Medioambiente y vida animal
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