Conseguir ingresar al mercado laboral del país de acogida no es una tarea sencilla.
Muchos profesionales abandonan su tierra de origen para instalarse en otras naciones que, aparentemente, ofrecen más estabilidad, mayor previsibilidad y perspectivas de desarrollo personal.
Si bien los programas de inmigración han ido variando a lo largo del tiempo, desde hace décadas Canadá privilegia determinados oficios y profesiones.
En muchos casos, profesionales de alto rango en su país encuentran que, una vez llegados a destino, su historial laboral y la experiencia acumulada no son reconocidos con la facilidad deseada.
A veces, las exigencias y condiciones que se les impone a los recién llegados para poder trabajar amenazan con derrumbar el proyecto de radicarse aquí definitivamente .
Retornar a los estudios, dedicar tiempo a la construcción de una red de contactos y, sobre todo, demostrar pasión en cada cosa que se hace puede ser la clave.
Así lo sostiene Sergio Jaua, diseñador gráfico de origen venezolano y residente en Ontario, en diálogo con Luis Laborda.
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