El primer ministro Justin Trudeau con el presidente Juan Manuel Santos de Colombia, en la ciudad de Nueva York 22 de abril 2016.El Primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos discutieron de la creciente relación bilateral y comercial Canadá-Colombia, así como del proceso de paz en Colombia.
Photo Credit: Gobierno de Canadá

Diáspora colombiana en Canadá, relaciones comerciales, paz, según Embajador de Colombia en Canadá

Canadá ha sido un país muy comprometido con el proceso de paz y con ayudar a Colombia en proyectos de cooperación en las regiones más remotas, más vulnerables que tuvieron niveles de violencia y gran número de desplazados.

-Nicolás Lloreda-Ricaurte, embajador de Colombia en Canadá.

En entrevista con Radio Canadá Internacional, Nicolás Lloreda-Ricaurte se refirió al buen estado de las relaciones entre ambos países, que ya llevan más de medio siglo, al compromiso de Canadá con el proceso de paz y con los colombianos que llegaron a este país huyendo de la violencia.  También destacó los resultados del tratado de libre comercio  y la importancia para Colombia y el mundo que la paz llegue a Colombia.

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Transcribimos parte de la entrevista.

Nicolás Lloreda-Ricaurte, embajador de Colombia en Canadá © Embajada de Colombia

El conflicto armado, la violencia ayer y hoy

Mucho se dijo en los medios canadienses sobre el importante proceso de paz  en Colombia.   El conflicto armado, que involucraba a los paramilitares, la guerrilla y el gobierno afectaba la vida de todos los colombianos, de alguna manera. En los 90 usted vivía todavía en Colombia.  ¿Qué recuerda usted de esa época en comparación a la actual? 

“Los años 80, 90 en especial, y hasta el 2005 fueron años muy difíciles en Colombia, porque al mismo tiempo que Colombia es un país diverso, y cuya economía creció todos esos años -el único país en América latina que tuvo un crecimiento positivo durante toda esa época- excepto 1998 que fue el año de la crisis,  al mismo tiempo había un conflicto armado y había unos niveles de violencia muchísimos más altos  que los que tenemos hoy en día y sumamente graves.

Sí había creo, una preocupación muy grande internacional por todos los sucesos. Narcoterrorismo, la época de Pablo Escobar, la guerrilla de las FARC, muy fuerte en los 90 con un gran poderío militar. Todo eso trajo muchísimos muertos, estiman muchas personas que fueron aproximadamente unas 220 mil personas que tuvieron muertes violentas debido al conflicto armado en Colombia en esa época y más de 7 millones de personas desplazadas de sus viviendas. Fue un conflicto monstruoso el que vivimos y es increíble a veces para un colombiano pensar cómo ha cambiado Colombia, cómo se ha transformado y cómo hemos mejorado en muchos aspectos.

Hoy, Colombia es otro país. Con niveles de violencia muchos más bajos, con una tasa de homicidios que no teníamos hace 40 años por lo baja, que está recibiendo unos flujos muy importantes de inversión extranjera, cuya economía está creciendo positivamente, mejor que la gran mayoría de los países de la región, con las finanzas estables. Y, por primera vez en nuestra historia, con el grupo poblacional más grande en Colombia, hoy, que es la clase media. Esto sucede desde hace dos años, y no pasó en Colombia durante los primeros 200 años de existencia».

La diáspora colombiana

Ese conflicto armado trajo a Canadá a miles de refugiados colombianos. Hoy se puede decir que la diáspora colombiana en Canadá es una de las más importantes, por lo menos en las Américas. Esto está creando también una generación de canado-colombianos. ¿Qué efectos pueden producir estas personas con dos nacionalidades en ambos países?

“Entre el año 98 más o menos y el 2003, que fue una época muy difícil en Colombia, cuando las FARC tenían mucha fuerza y había un conflicto que afectó a mucha gente, miles de colombianos abandonaron Colombia y muchos de ellos vinieron a Canadá, que en esa época tenía un régimen migratorio muy generoso y abierto. Vinieron profesionales, vinieron gente mayor, jóvenes, gente de izquierda y de derecha, de todo. Tuve la oportunidad en estos años de visitarlos en distintas ciudades, hablar con ellos, y la verdad que es un grupo de inmigrantes que se acostumbraron a su nueva patria, se convirtieron en canadienses y se han destacado y florecido en muchísimos aspectos. Entonces todos los días me encuentro con ingenieros, con artistas, con médicos, con muchos empresarios, gente vinculada con las finanzas.

Ayer conocimos a una pareja que tiene un viñedo maravilloso en la isla de Victoria, muy exitoso. Lo mismo me ha pasado en Montreal con colombianos de todas las estirpes, de todas las regiones y que de verdad lo hacen sentir a uno muy orgulloso de ser colombiano de lo bien, a pesar de todas las adversidades, los recibió Canadá de manera muy generosa y han progresado. “

La cooperación canadiense al proceso de paz

En los últimos años, Canadá ha donado a Colombia un promedio de 378 millones de dólares canadienses para proyectos de cooperación en el país.

En este mes de julio, en apoyo el proceso de paz en Colombia, aumentó su cooperación en 44 millones de dólares para proyectos relacionados con las niñas y mujeres.  Y por supuesto que habrá también más cooperación cuando culmine el proceso de paz, en el llamado posconflicto.

¿Cómo percibe Colombia esta cooperación y cómo cree usted que puede evolucionar esta relación entre ambos países?

“Canadá ha sido un país muy comprometido con el proceso de paz y con ayudar a Colombia, de la mano del gobierno de Colombia, en proyectos de cooperación en las regiones más remotas, más vulnerables que tuvieron niveles de violencia y gran número de desplazados. Pero quiero aclarar que la cooperación de Canadá, aunque tiene un énfasis importante en la igualdad de género, para ayudar un poco y proveerle herramientas y capacidades a las mujeres en las regiones para que haya menos discriminación contra la mujer y la niñez desamparada, también han trabajado en muchísimos aspectos.

Uno que estuve visitando hace poco en San Martín, departamento del Meta, que es un departamento muy afectado por la guerrilla y por los paramilitares, son proyectos maravillosos para que los campesinos y los desplazados aprendan a asociarse en cooperativas y puedan empezar a trabajar, ser sujetos de crédito, recibir préstamos y volverse empresarios, y como miembros de cooperativas en temas agrícolas que les ha permitido crear asociaciones como Asosandía, para producir sandías en esa parte y venderlas de una manera en que ellos reciben muchos mejores ingresos y se capacitan. Cacao, muchísimos productos agrícolas y un gran trabajo con las comunidades más vulnerables para darles más capacidades para que puedan mejorar sus niveles de vida en Colombia.

Entonces los proyectos de cooperación de Canadá son muy importantes, Colombia los agradece muchísimo y Colombia se precia de tener una relación bilateral muy fuerte, muy franca con Canadá, cosa que sucedió durante el gobierno anterior de Canadá  y que continúa con este gobierno».

El Tratado de libre comercio Colombia-Canadá

Usted llegó a Canadá en un año muy importante. El 2013, que señalaba también los 60 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y los 2 años de la entrada en vigor del Tratado de libre comercio. Qué nos puede decir de ese tratado, tanto lo positivo como lo negativo, que haya generado.

Creo que el tratado de libre comercio solo ha tenido cosas positivas para la relación. Se ha incrementado el comercio y aunque sigue siendo un comercio que considero pequeño –bilateralmente hay un intercambio de productos de 1200 millones de dólares al año- creo que tiene potencial para crecer mucho más. Principalmente Colombia exporta a Canadá productos agrícolas y algunas manufacturas, mientras que adquirimos sobre todo maquinaria y algunos granos. Creo que hay un potencial de crecimiento, no creo que haya habido ningún perjuicio para ninguno de los países porque ambos han incrementado sus ventas. Pero lo que sí destaco yo son los números de la inversión canadiense en Colombia. Es muy grande y está en muchas áreas. Sólo este año, con la compra que hizo un fondo de pensiones canadiense de una empresa de energía hidroeléctrica en Colombia, Canadá se convierte por lo menos en lo que va de este año, en el principal inversionista. Porque solo esa adquisición sobrepasó los cinco mil millones de dólares. Entonces Canadá tiene una presencia en servicios, por ejemplo hay una empresa canadiense que tiene dos mil ingenieros en Bogotá. Y desde Bogotá cubre toda Sudamérica. Por la posición geográfica y por la facilidad de hacer negocios muchos canadienses ven a Colombia no solo como mercado importante sino como su base. Para invertir y hacer negocios en toda Sudamérica.

La paz como objetivo central

El proceso de paz en Colombia y la firma de un tratado de paz que fue rechazado por parte de la sociedad civil. ¿Hacia dónde va ese proceso?

“El mundo entero ha sido testigo de lo que ha pasado en las últimas semanas en Colombia, en contra del pronóstico de todas las encuestadoras, el pasado 2 de octubre el voto por el NO al acuerdo entre el gobierno y las FARC triunfó. Aunque fue una victoria muy estrecha, 0,2% de los votos, de 13 millones de personas que votaron en No ganó por un poco menos de 50 mil votos. Pero ganó. Y eso es irrefutable y nuestro presidente lo aceptó inmediatamente. Tiene una cosa muy buena ese voto. Para mí, la única cosa buena del voto NO es que los que representan el NO quieren la paz. Dicen querer la paz y quieren sentarse con el gobierno y ya lo están haciendo y buscar fórmulas para ver si es posible que las FARC acepten esos cambios al acuerdo que ya había sido firmado con la presencia del secretario general de la ONU   y 14 jefes de Estado. Entonces sí, fue un golpe fuerte pero sigue habiendo un optimismo.

Todos esos días, si usted mira la prensa colombiana,  ha habido unas marchas multitudinarias por la paz. Estudiantes, asociaciones de la sociedad civil, que dicen bueno, este voto tiene que querer decir que vamos a tener una paz, queremos que siga el cese el fuego con las FARC , queremos que siga la reducción de la violencia, no queremos más guerra. Entonces creo que la sociedad civil está empujando mucho este tema. Y también es muy importante destacar dentro de esto un elemento sorpresivo y es que igual se le concedió el premio Nobel de la paz al presidente por todos los esfuerzos por parte de un comité que sabía que se había perdido el referendo por esa mínima diferencia pero  que empujaba el concepto de buscar la paz en Colombia que nos había sido esquiva por tantos años. Hay un gran nivel de deliberaciones ahora en Colombia.

Yo no tengo la bola de cristal, quiero ser optimista y espero que por el bien de Colombia encontremos una solución que les sirva a las tres partes y que eso se logre en pocas semanas porque entre más se demore más riesgos hay de que haya un accidente, un malentendido, y se rompa ese cese el fuego tan importante”.

Esto y más en la segunda parte de la conversación que mantuvo Nicolás Lloreda-Ricaurte, embajador de Colombia en Canadá, con Leonora Chapman, de RCI.

Categorías: Economía, Inmigración y Refugiados, Internacional, Política, Sociedad
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