El grupo armado Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) ha secuestrado a cerca de 8.000 familias, es decir, a «decenas de miles de personas», de los alrededores de Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak, y las ha llevado a la ciudad para usarlas como escudos humanos cerca de instalaciones militares, según ha denunciado este viernes la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
La semana pasada fue la primera de las batallas para tratar de arrebatar al ISIS su mayor bastión en Irak.
Según una portavoz del organismo, los milicianos del grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi asesinaron a 232 personas cerca de Mosul el miércoles, incluidos civiles y antiguos miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes que se negaron a acatar las órdenes.
Los milicianos quieren de esa manera protegerse contra los ataques aéreos de la coalición internacional que apoya el avance de las fuerzas iraquíes y kurdas. Estos últimos han lanzado una ofensiva para retomar Mosul, el último gran bastión urbano de EI en el norte de Irak.
40 aldeas liberadas
Las fuerzas iraquíes retomaron unas 40 aldeas al EI desde el inicio de la gran ofensiva la semana pasada. La operación tiene el objetivo de desalojar a los jihadistas de la segunda ciudad de Irak, dijo el ejército de Estados Unidos.
El general de brigada de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Matthew C. Isler reveló que las tropas iraquíes están consolidando sus posiciones después de su avance realizado esta semana en el sur y el este de Mosul.
La operación para retomar Mosul, que cayó en manos del EI en pocos días en el verano de 2014, es la mayor operación militar en Irak desde la invasión estadounidense de 2003.
Radio Canadá/AFP/Reuters
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