Unas 30.000 personas están recibiendo socorro tras huir de la cercada zona oriental de Alepo en los últimos días, elevando el número total de desplazados en la ciudad siria a más de 400.000, afirmó el jueves el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura.
Hasta este miércoles, unas 18.000 personas habían registrado su ingreso a zonas controladas por el Gobierno sirio y unos 8.500 accesos a Sheikh Maqsoud, la zona de Alepo bajo control de los kurdos, afirmó a los periodistas Jan Egeland, asesor humanitario de De Mistura. Agregó que es probable que esas cifras hayan aumentado este jueves.
Siria y Rusia rechazaron la petición de la ONU de establecer una pausa en el combate a fin de evacuar a 400 personas enfermas y heridas que necesitan tratamiento inmediato, pero Moscú quiere discutir la idea de establecer cuatro corredores humanitarios, comentó.
«Un corredor humanitario puede funcionar si todos los actores armados lo respetan», señaló Egeland.
La ONU tiene preparados alimentos para unas 150.000 personas en la zona occidental de Alepo, pero no puede acercarse a las aproximadamente 200,000 que permanecen sitiadas en el enclave, donde se acabó la comida almacenada y las operaciones quirúrgicas se están realizando en sótanos sin anestesia, afirmó.
Naciones Unidas está aumentando su presencia en el oeste de Alepo para colaborar con la ayuda humanitaria, pero también para supervisar el tratamiento que recibe la gente que huye de la zona cercada.
«Probablemente, no hay en el planeta gente más vulnerable que la población civil de Alepo», comentó Egeland. «Y son extremadamente vulnerables a posibles acciones de los grupos de oposición armada mientras tratan de escapar y por todos los grupos con los que se encontrarán cuando salgan».
La máxima prioridad sigue siendo lograr una pausa en los combates, así como hallar refugio para la gente a medida que se acerca el invierno boreal, agregó.
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