«Alepo está acabada, no queda nada excepto unos cuantos residentes y ladrillos», dijo Mohammed Abu Jaafar, jefe de la autoridad forense de Alepo Oriental en un mensaje que los funcionarios médicos del enclave emitieron pidiendo desesperadamente un cese el fuego. «Esta puede ser mi última llamada.»
El mensaje grabado fue compartido con periodistas de The Associated Press, entre otros.
Mientras que Rusia continúa afirmando que el ejército sirio ya suspendió las operaciones de combate en Alepo el jueves para permitir la evacuación de civiles de los vecindarios sitiados por los rebeldes, los residentes y los combatientes informan que la campaña de bombardeos y ataques contra el enclave cada vez más reducido de la oposición no ha cesado.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, hablando en Alemania tras conversaciones con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que expertos y diplomáticos militares se reunirían el sábado en Ginebra para elaborar detalles sobre la salida de los rebeldes de los barrios orientales de Alepo.
Según la agencia de noticias Reuters, el ejército sirio siguiió presionando este viernes en una una ofensiva por aire y tierra para retomar todo el asediado sitiado oriente de la ciudad, lo cual significaría tal vez el fin de la guerra civil contra el presidente Bashar al-Assad.
«El avance va de acuerdo con el plan y es a veces más rápido de lo esperado», dijo a Reuters una fuente militar siria, añadiendo que el ejército y sus aliados habían capturado 32 de los 40 barrios del este de Alepo, alrededor del 85 por ciento de la zona.
Los testigos de Reuters, rebeldes y una oficina de observación indepedientes confirmaron el ataque militar, pero no hubo informes de que el ejército sirio hubiera logrado avances significativos.
«Las batallas son intensas», dijo otro mensaje proveniente de una sala de operaciones rebeldes compartida con The Associated Press.
Otros residentes reportaron aviones de guerra disparando desde ametralladoras en posiciones rebeldes y proyectiles de artillería cayendo en los restantes distritos controlados por los rebeldes.
Mientras tanto, en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Elizabeth Trudeau, dijo que Estados Unidos está enfocado en desacelerar la violencia en Alepo para permitir la entrada de ayuda a la ciudad y que las personas que deseen permanecer en sus casas lo hagan.
En Ginebra, el asesor especial de la ONU, Jan Egeland, dijo por su parte que los esfuerzos para evacuar a cientos de heridos de Aleppo oriental se habían estancado tras un reciente y muy violento ataque a un hospital militar ruso que dejó dos enfermeras rusas muertas y un médico gravemente herido.
«Es con amargura y frustración que tenemos que informar que no hemos podido evacuar a los heridos», dijo Egeland. «Los estados miembros que se supone que nos ayudan a tener acceso a los civiles en el fuego cruzado son polos aparte en la forma en que consideran lo que está sucediendo en Siria».
El asesor de la ONU también dijo que el gobierno del presidente sirio, al-Assad, había autorizado por primera vez los envíos de ayuda organizada por la ONU al este de Alepo. Sin embargo, no proporcionó detalles sobre cómo podría llegar la ayuda ni hacia dónde se dirigiría. Cabe destacar que los acuerdos anteriores siempre han perdido validez antes de que cualquier ayuda pudiera ser entregada.
Radio Canadá Internacional con Associated Press y Reuters
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