Los bogados están en un riesgo mucho más alto de problemas de depresión, ansiedad y abuso de sustancias que las personas de la población en general

En la profesión legal, depresión y adicción riman con inacción

«Si hay estigma en la sociedad en general, el estigma es diez veces mayor en la profesión de abogados. Este es un grupo de personas que se supone, no tienen estas vulnerabilidades y son impermeables a ellas.»

La abogacía es una de las profesiones mejor pagadas que existen, sobre todo si se llega a la condición de socio en una firma. Algunos de los abogados son reconocidos, alabados e, incluso, premiados. Y sin embargo una gran parte de estos profesionales sufre de problemas serios causados por el estrés. El tema, previenen los expertos, es que tienen dificultad en pedir ayuda. ¿Por qué?

Michele Hollins y Derek LaCroix son ambos abogados exitosos a quienes la vida les sonreía, hasta que el estrés los atrapó seriamente, provocándoles serios problemas de salud. Aceptaron contar sus historias al radiodifusor público canadiense, CBC.

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Michele Hollins fue tratada por depresión hace 10 años y conoce los desafíos de enfrentar problemas de salud mental en la profesión legal. © (Dunphy Best Blocksom LLP)

Hace diez años, la abogada de litigios Michele Hollins era una «persona perpetuamente feliz», con hijas gemelas y una socia en su firma de abogados de la ciudad de Calgary.

Luego, la depresión golpeó.

Durante un tiempo, Hollins fue capaz de ocultar su enfermedad en el trabajo, regresar a casa y «convertirse en un autómata completa», dice, incapaz de comer o incluso de reunir la energía necesaria para prepararse a dormir.

En el peor de los momentos, la depresión la paralizó en el trabajo, hasta el punto de que Hollins entraba en su despacho, saludaba a su asistente y luego «cerraba la puerta y se tumbaba en el suelo a llorar durante horas».

En su punto más bajo, dice que «pasaba la mayor parte del día tratando de descubrir cómo reunir fuerzas suficientes para llegar hasta mi coche y a casa».

Esa vulnerabilidad en estado puro no concuerda con la impresión general que la sociedad tiene de los abogados,  como duros y ambiciosos.

Pero una investigación sugiere que están en un riesgo mucho más alto de problemas de depresión, ansiedad y abuso de sustancias que las personas en la población en general – e incluso pueden ser más susceptibles, que en otras profesiones, como la medicina, de sufrir de alto estrés.

Un estudio estadounidense publicado recientemente en el Journal of Addiction Medicine encontró que la tasa de problemas de alcohol entre los abogados era entre dos y tres veces mayor que entre otros profesionales altamente educados, incluyendo a los médicos. El estudio fue financiado por la Asociación Americana de Abogados y la Fundación Hazelden Betty Ford.

La tasa de depresión fue cerca de tres veces más alta que la población general en los EE.UU., de acuerdo con el investigador principal Patrick Krill, quien presentó su investigación a abogados y estudiantes de derecho en Toronto en una sesión de desarrollo profesional organizado por la Law Society of Upper Canada

«El deterioro entre los abogados tiene además un efecto de ondas expansivas que lo implican todo, desde el funcionamiento adecuado y eficiente de la economía y del gobierno en general, a los derechos individuales, civiles y de propiedad de los ciudadanos que dependen de abogados en el transcurso de la vida cotidiana», dijo Krill , un abogado y consejero.

«El impacto en la sociedad es enorme, y hasta la fecha no ha sido debidamente reconocido o apreciado».

Paralelos canadienses

Los abogados angustiados tienen un gran impacto en la sociedad *, dice Doron Gold, un ex abogado que ahora es un asistente social que ayuda a las personas en la profesión legal a lidiar con problemas de salud mental. © (Homewood Health Centre)

Aunque hay investigaciones limitadas sobre abogados y salud mental en Canadá, Krill cree que los hallazgos estadounidenses son «casi ciertamente aplicables a los abogados canadienses», porque «el malestar mental y el abuso de sustancias están más directamente relacionados con la profesión que con una nacionalidad. »

Los abogados que atraviesan dificultades emocionales no van a pedir ayuda, dice Doron Gold, un abogado convertido en trabajador social en el Homewood Health de Toronto, una agencia con servicios de salud mental y adicciones en Canadá.

«Si hay estigma en la sociedad en general, el estigma es diez veces mayor en la profesión legal», dice. «Este es un grupo de personas que no se supone que tienen estas vulnerabilidades y que son impermeables a ellas.»

Gold dice que hay que ayudar a los abogados a reconocer que hay un problema – y que está bien tratar con él.

Las personas atraídas por la ley tienden a ser más pensadores que sensores, dice, lo que no los predispone a hacer frente a problemas emocionales.

Además, dice que la profesión «esencialmente les exige ser perfectos», y sienten una enorme presión para aparentar confianza y competencia ante sus clientes, compañeros y jefes.

Trabajo de confrontación

Además, la naturaleza «de confrontación» de los procedimientos judiciales y de las audiencias significa que no pueden mostrar nada que pueda percibirse como debilidad.

«Usted no quiere que [el abogado contrario] vea alguna vulnerabilidad en usted si quiere obtener lo mejor «, dice Gold.

Cuando se enfrentan a problemas personales o profesionales, los abogados se juzgan con dureza por simplemente sentirse así, dice.

El no enfrentar el problema, hace por lo general que empeore, y en última instancia, conduce a la adicción o a una depresión.

Gold dice que las firmas de abogados de todo el país han establecido programas de asistencia para abogados con el objetivo de proporcionar asesoramiento y tratamiento confidenciales antes de que su sufrimiento empeore.

Es en el mejor interés de la sociedad, dice Gold.

«Los abogados en lo penal impactan si las personas van presas.  Ayudan a determinar en qué hogares crecerán los niños en asuntos de derecho de familia», dice. «Los abogados tienen un gran impacto en la sociedad y, en consecuencia, los abogados en dificultades tienen un gran impacto en la sociedad».

La ansiedad o la muerte lenta

El veterano abogado defensor criminal Derek LaCroix sabe de primera mano la importancia de obtener ayuda, tanto para su propio bienestar como para el de sus clientes.

Hace décadas, el abogado de Columbia Británica  sufrió de «ansiedad terrible» y se convirtió en adicto al alcohol. Terminó recortando su carga de trabajo porque «no quería ir a la corte borracho o con resaca».

Al igual que muchos abogados, LaCroix no podía entender por qué, cómo siendo una persona de gran éxito, no podía resolver el problema por sí mismo.

«Yo saldré,  debería ser capaz de hacer esto, ser capaz de hacer lo otro, ¿por qué no puedo? ¿Qué pasa conmigo? «, dice. «En lugar de ‘Hey, tengo un problema, necesito ayuda’«.

Derek LaCroix, Director ejecutivo del Programa de Asistencia a Abogados de Columbia Británica, superó la ansiedad y la adicción al alcohol mientras trabajaba como abogado de defensa criminal. © CBC

La perspectiva de tener que recurrir a la asistencia social para vivir lo sacudió  hasta llevarlo finalmente a obtener ayuda.

Aunque LaCroix volvió a trabajar y de manera sobresaliente, finalmente decidió usar su experiencia para ayudar a otros abogados en situaciones similares. Ahora es el director ejecutivo del Programa de Asistencia al Abogado de Columbia Británica.

«Si miro hacia atrás y fuera honesto, no sé si mi filosofía de trabajo habría sido muy diferente, pero la calidad del servicio que le di a mis clientes fue diferente», dice LaCroix sinceramente.

«Cuan bien los traté, con cuánta rapidez los contacté, cuánto los escuché, cuánto los reconforté adecuadamente y / o les rendí servicios rectos de una manera amable y útil».

¿Y Michele Hollins?

A instancias de sus amigos, Michele Hollins recibió tratamiento para su depresión y dice que se recuperó completamente.

Ella se siente afortunada de que su antigüedad como socia en su firma le ayudó a proteger su trabajo, y reconoce que muchos abogados no tienen esa seguridad en el empleo.

Así que cuando comenzó un año como presidenta de la Asociación de Abogados de Canadá en el año 2014, se dio como misión hablar abiertamente sobre la salud mental y asegurarse de que los programas estaban en su lugar -como un servicio en línea lanzado en 2015- para que los abogados pudieran sentir seguridad buscando apoyo.

Hollins dice que es raro que pase una semana sin escuchar de alguien en la profesión de la ley que está luchando o buscando ayuda para un colega.

«Hay una enorme  e insatisfecha necesidad que tiene la gente de hablar sobre sus propios problemas de salud mental».

RCI/ Nicole Ireland , CBC/Internet

Categorías: Economía, Internacional, Sociedad
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