Los ministros de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi; Laurent Fabius de Francia, Frank-Walter Steinmeier de Alemania; la representante de la UE de Relaciones Exteriores Federica Mogherini; los ministros de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif; Gran Bretaña, Philip Hammond, y el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anuncian el histórico acuerdo nuclear con Irán.

Los ministros de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi; Laurent Fabius de Francia, Frank-Walter Steinmeier de Alemania; la representante de la UE de Relaciones Exteriores Federica Mogherini; los ministros de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif; Gran Bretaña, Philip Hammond, y el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anuncian el histórico acuerdo nuclear con Irán.
Photo Credit: AFP/Getty Images/Joe Klamar

Ahora más que nunca, Canadá debe apoyar el acuerdo nuclear con Irán

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El difusor público canadiense CBC difundió recientemente un comentario del canadiense Sam Khanlari sobre las intenciones de Donald Trump de anular el acuerdo nuclear con Irán.

Según Khanlari, la elección de Donald Trump ha puesto en peligro el histórico acuerdo nuclear de 2015, firmado entre Irán y varias potencias mundiales.

Representantes de los países del P5 + 1 e Irán en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán en Lausana
Representantes de los países del P5 + 1 e Irán en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán en Lausana © Reuters

Si este acuerdo es realmente anulado, tal como lo ha prometido el presidente electo, las consecuencias en la diplomacia global serían desastrosas.

El papel de Canadá en este escenario podría resultar intrascendente, pero Ottawa debería unirse a los gobiernos de todo el mundo para reconocer que ese acuerdo es un éxito y así apoyar su implementación.

Bajo el liderazgo del ex primer ministro Stephen Harper, el gobierno de Canadá abandonó las vías diplomáticas con Irán, y Ottawa se mostró escéptica sobre las negociaciones que resultaron en la firma de un acuerdo entre Irán y las naciones del grupo P5 + 1. (China, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, la UE y Rusia)

Incluso después del apoyo unánime de la ONU al acuerdo que restringe el programa nuclear de Irán a cambio de una reducción de las sanciones, el gobierno de Harper mantuvo su ambivalencia.Por su lado, el partido del primer ministro Justin Trudeau elogió los esfuerzos diplomáticos para resolver el asunto nuclear, y su gobierno tomó medidas para levantar las sanciones contra Irán, tal como establecen los términos del acuerdo.

Los esfuerzos para restablecer los lazos diplomáticos entre Ottawa y Teherán están en curso, como lo demuestra el encuentro entre el ex ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Stéphane Dion, y el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, durante la última Asamblea General de la ONU en Nueva York.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. © Adrian Wyld/CP

Por su parte, Trump ha criticado permanentemente las negociaciones del presidente Barack Obama con Teherán, y prometió a principios de 2016 dar prioridad al desmantelamiento del acuerdo.

Donald Trump reiteró su posición en Twitter en diciembre, indicando que «[Israel] solía tener un gran amigo en los Estados Unidos, pero ya no. El principio del final fue el horrible acuerdo de Irán, y ahora esto», en referencia a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que criticó a Israel.

El presidente entrante también corre el riesgo de aislar a Estados Unidos de sus socios negociadores si se une al bando del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se opone al acuerdo nuclear con Irán.

Federica Mogherini, jefa de política exterior de la Unión Europea y principal negociadora sobre el tema nuclear, le recordó a Trump tras su elección que «el acuerdo nuclear no es un acuerdo bilateral entre Estados Unidos e Irán. Fueron China, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos los que negociaron con Teherán.”

En Bruselas, un consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea emitió una declaración reiterando su apoyo al acuerdo, haciendo hincapié en el compromiso de la Unión Europea de «apoyar la aplicación plena y efectiva» del acuerdo.

Tanto los ministerios de Relaciones Exteriores británico como alemán también señalaron que esperan convencer a un gobierno de Trump sobre los méritos del acuerdo.

Cualquier propuesta para desmantelar ese acuerdo con Irán también se enfrentaría a las reacciones de Moscú y Pekín, cuyos líderes desempeñaron papeles decisivos en la negociación del acuerdo nuclear.

En diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que la anulación del acuerdo nuclear sería un acto «imperdonable».

El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, añadió que el acuerdo nuclear «no debería verse afectado por ningún cambio en las situaciones domésticas de los países involucrados».

El presidente de Irán, Hassan Rouhani.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani. © Alessandro Bianchi / Reuters

La resistencia a desmantelar el acuerdo también es evidente en Washington, donde el director saliente de la CIA, John Brennan, advirtió recientemente que romper ese acuerdo sería «totalmente descabellado».

Anular ese acuerdo también amenazaría intereses comerciales como el reciente contrato de 16.600 millones de dólares entre el gigante estadounidense Boeing y la aerolínea nacional iraní, Iran Air, un acuerdo que Boeing dijo que significará 100.000 empleos en Estados Unidos.

Aunque el equipo de transición del presidente electo ha retrocedido en sus intenciones de eliminar el acuerdo por completo, una nube se cierne sobre el compromiso de Estados Unidos de cumplir plenamente con el acuerdo nuclear con Irán.

Sin llegar a violar los términos del acuerdo, la administración entrante podría optar por restringir a las empresas que buscan el comercio con Irán, o podría adoptar un enfoque más crítico al proceso de implementación del acuerdo.

El presidente electo Donald Trump
El presidente electo Donald Trump © PC/Presse canadienne/Win McNamee

En asociación con un Congreso predispuesto, Washington podría aplicar una presión adicional a Teherán, por ejemplo reforzando la presencia de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, proponiendo sanciones adicionales debido al desarrollo de misiles o buscando renegociar ciertos términos. Todo esto para impedir la reintegración de Irán al sistema financiero global y socavar peligrosamente el espíritu del acuerdo.

Hay buenas razones para que Canadá desempeñe un rol positivo para tratar de mantener intacto el acuerdo nuclear con Irán, más allá de su papel en el fortalecimiento del régimen mundial de no proliferación nuclear, dice el comentario del Sam Khanlari publicado por el difusor público canadiense.

Los reiterados ataques de Trump al acuerdo nuclear con Irán ilustran un desdén general por la construcción de consensos y el proceso diplomático. Esta actitud es una amenaza a otros acuerdos multilaterales valorados por los canadienses, incluyendo el acuerdo de París sobre el cambio climático y acuerdos comerciales como el TLCAN.

Si las ambiciones destructivas de Trump no son controladas, su administración puede creer que está facultada para anular otros pactos más estrechamente vinculados a los intereses canadienses.

Ottawa puede actuar ahora. El gobierno federal debe unirse a los países que apoyan al acuerdo nuclear con Irán, y alentar a todas las partes a aprovechar su éxito, dice finalmente el comentario del Sam Khanlari publicado por el difusor público canadiense, CBC.

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Categorías: Internacional, Política
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