El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó este miércoles al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a frenar la construcción de viviendas en territorios palestinos, pero no dio un respaldo explícito a una solución de dos Estados en la disputa con los palestinos, un pilar de la política de Washington en Oriente Medio.
Los líderes se reunieron por primera vez desde la polémica victoria electoral de Trump en noviembre del año pasado. En una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca, el republicano prometió trabajar para que se alcance un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, pero dijo que para lograrlo se requeriría el compromiso de ambas partes.
«Me gustaría que contengan los asentamientos por un tiempo», dijo Trump a Netanyahu. El líder israelí respondió señalando que esos asentamientos, ilegales de acuerdo a las leyes internacionales, «no son el núcleo del conflicto» y se rehusó a comprometerse a reducir la construcción de edificios en territorios palestinos.
Trump respaldó el pedido de Netanyahu para que los palestinos reconozcan a Israel como un estado judío, algo a lo que se han rehusado, y a detener la incitación a la violencia contra los israelíes.
Pese a sus palabras en sentido de que buscará colaborar con el proceso de paz, que no ha tenido negociaciones importantes desde 2014, Donald Trump no ofreció ninguna propuesta para desbloquear el punto muerto o lograr un acuerdo, lo que tampoco pudieron lograr sus predecesores en la Casa Blanca.
Por su parte, Netanyahu sostuvo que prefiere enfocarse en la «sustancia» y no en las «etiquetas» al ser consultado sobre el respaldo a la solución de dos Estados.
Para Netanyahu, un conservador que ha estado 11 años en el poder, en parte gracias al apoyo de la ultraderecha israelí, el encuentro fue una oportunidad para restablecer los vínculos con Washington tras una relación a menudo áspera con el demócrata Barack Obama.
Netanyahu, investigado en Israel por acusaciones de haber abusado de su posición, pasó buena parte del martes reunido con importantes asesores en Washington, preparándose para las conversaciones. Funcionarios dijeron que no querían discrepancias en los planteamientos estadounidense e israelí durante la reunión en la Oficina Oval.
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