Después de abofetear a Canadá con un impuesto a sus exportaciones de madera blanda, el bombástico presidente Donald Trump decidió ahora amenazar a la industria lechera canadiense.
En un mensaje en la red social Twitter, esta mañana un Trump quejumbroso y amenazador escribió: «Canadá ha hecho muy difícil el hacer negocios para nuestros productores de leche en Wisconsin y otros Estados de la frontera. No vamos a tolerar esta situación. ¡Ya van a ver! »
Eso fue lo que escribió Trump tras haber dictado la imposición de un impuesto inicial de hasta un 24 por ciento a la madera canadiense, con más
Imposiciones estimadas para fines de este año.
Las exportaciones de madera y productos lácteos son temas que han causado fricciones desde hace mucho tiempo entre Canadá y Estados Unidos, y fueron un problema bajo gobiernos anteriores.
Lo que es nuevo es la forma en que Trump está tratando el tema. La administración del entonces presidente estadounidense Barack Obama describió las fricciones sobre las exportaciones de madera canadiense como un irritante menor, mientras que el pomposo mandatario Trump está actuando para satisfacer a su base doméstica, exhibiendo su afán de mostrarse duro en el tema del comercio con Canadá.
Esta repentina serie de ataques contra Canadá refleja un dramático cambio de postura en comparación a los primeros días de su presidencia. De golpe, ahora Trump se queja menos de China y México, y más sobre su vecino al norte.
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