Este martes en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, una representación de los indígenas sapara del Ecuador hizo llegar una carta a la representación china en este foro internacional, advirtiendo que no permitirán el ingreso a sus territorios a la empresa Andes Petroleum, consorcio conformado por las empresas chinas National Petroleum Corporation (CNPC) y China Petrochemical Corporation (Sinopec)].
En esa misiva, firmada por Manari Ushigua, presidente de la nacionalidad Sapara del Ecuador, y Gloria Ushigua, presidenta de la Asociación de Mujeres Sapara, los sapara manifiestan su deseo que China se comprometa ante las Naciones Unidas a proteger culturas milenarias como la sapara, “conminando a la empresa estatal china Andes Petroleum a abstenerse de ingresar en nuestros territorios, pues no se han respetado ni protegido nuestros derechos humanos”, dice la carta.
Algunos historiadores señalan que hasta principios del siglo XX existían más de 200 mil saparas, pero que fueron decimados hasta casi la desaparición debido a la explotación del caucho, de recursos minerales, así como el tráfico de esclavos y las epidemias importadas por los europeos que redujeron su número.
Según el líder Manari, el territorio de la nacionalidad Sapara se encuentra en la provincia ecuatoriana de Pastaza, en la región amazónica. La zona es bañada por los ríos Conambo, Pindoyacu, Jandiayacu, Corrientes y Tigre. La población sapara está compuesta por 560 personas que viven en 25 comunidades.
En conversación con Radio Canadá Internacional, Manari Ushigua, explica que su pueblo vive en comunión y diálogo con los espíritus, y que en caso de que las empresas chinas insistan en su plan de ingresar a sus territorios vitales, ellos buscarán conversar con el espíritu del dragón chino “para que entienda el valor que tiene para los saparas la conservación de sus territorios”.
“En nuestras montañas viven los espíritus de nuestros ancestros, que cuidan a los animales, los árboles, las lagunas y las cascadas, y que, a su vez, son interlocutores de nuestros sueños. Adicionalmente, compartimos el territorio con nuestros hermanos indígenas en aislamiento”, destaca la misiva de este pueblo indígena ecuatoriano, pequeño en número frente a los 1.400 millones de chinos, pero que considera que sus mundos espirituales son equivalentes.
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