El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió a los dirigentes del G7, que reúne a las naciones más desarrolladas del mundo, que mantengan sus sanciones contra Rusia, por la implicación de este país en la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea en 2014.
El dirigente europeo sostuvo que desde la última reunión de grupo no se verificó ningún cambio que permita modificar la política de sanciones contra Rusia, “de hecho, llamo a los responsables del G7 a reafirmar esa posición”, agregó.
Tusk estimó que le cumbre podría ser una de las más difíciles a negociar en los últimos años, en razón de las divergencias entre los Estados miembros sobre cuestiones esenciales, como las referidas al comercio o al cambio climático.
Los dichos de Tusk se producen en momentos en que la política estadounidense aparece confusa en su posición sobre si seguir con las sanciones contra los rusos, cuando los vínculos entre varios funcionarios de la administración Trump están bajo sospechas de colusión de intereses con el gobierno de Vladimir Putin.
No obstante, el consejero económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, dijo que no está previsto un cambio de política por parte de su administración.
“No vamos a reducir las sanciones contra Rusia. El presidente Trump quiere que se mantengan e indicó claramente de qué modo Rusia podría obtener un levantamiento de las mismas”, declaró el funcionario, sin brindar otros detalles.
Por su parte, fuentes diplomáticas francesas adelantaron que las sanciones contra el Kremlin serán abordadas en las conversaciones de las que tomarán parte los dirigentes de los 7 países presente el sábado 27 de mayo.
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