Los líderes de los países de América Central se comprometieron este jueves a asumir mayores responsabilidades en la lucha contra el crimen organizado y para frenar la inmigración ilegal desde la región. Esto en reacción a los profundos recortes a la ayuda ordenados por el gobierno de Donald Trump.
En una reunión de líderes latinoamericanos en Miami, el gobierno del ricacho Trump presionó a El Salvador, Guatemala y Honduras, países conocidos como el Triángulo del Norte, para que promulguen reformas económicas que permitan elevar la inversión privada y frenar el flujo de inmigrantes.
La Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en América Central comenzó con el anuncio de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y El Salvador, Guatemala y Honduras promoverán inversiones destinadas a proyectos de infraestructura en Centroamérica por 2.500 millones de dólares.
El Gobierno de Trump espera que la imposición de reformas fiscales y regulatorias en la región impulsen el crecimiento y alienten a las empresas del sector privado a invertir, llenando el vacío que dejará la reducción de la ayuda estadounidense a la región.
Trump envió al secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, para supervisar las conversaciones en Miami.
La propuesta presupuestaria para el año fiscal 2018 en Estados Unidos prevé reducir la ayuda a Guatemala en casi un 40 por ciento en comparación con el 2016, y en casi un tercio para Honduras y El Salvador, dos naciones que en los últimos años han registrado el mayor número de asesinatos en el mundo.
Los líderes de la región dijeron a la conferencia, organizada por los gobiernos de Estados Unidos y México, que están comprometidos con la integración local y con mejorar la infraestructura común.
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