Plaza San Pedro, Vaticano.

Plaza San Pedro, Vaticano.
Photo Credit: ANDREAS SOLARO

Renunció el primer “verificador general” de Finanzas del Vaticano

Libero Milone, el primer “verificador general” de finanzas del Vaticano, renunció dos años después de su nombramiento, anunció este martes el Vaticano, sin dar explicaciones sobre las razones de la renuncia de este funcionario central en las reformas deseadas por el papa Francisco.

“Libero Milone presentó ayer (lunes) al Santo Padre su renuncia al cargo de verificador general. El Santo Padre la aceptó. La colaboración con la Santa Sede termina así de un común acuerdo”, anuncia un corto comunicado. El Vaticano asegura que el procedimiento para su reemplazo será iniciado “lo más pronto posible”.

Libero Milone, contador experto y financista laico italiano de 68 años de edad, había hecho una parte de su carrera en el bufete de auditoría Deloitte & Touche y fue nombrado en mayo de 2015 al nuevo cargo, recién creado de “verificador general” para la Santa Sede.

Milone completaba la troika encargada de modernizar y controlar el sistema económico y financiero del Vaticano, con el cardenal australiano George Pell, Secretario de Economía y el cardenal alemán Reinhard Marx, Coordinador del Consejo de Economía.

El papa Francisco el domingo 18 de junio 2017.
El papa Francisco el domingo 18 de junio 2017. © VINCENZO PINTO

El verificador general debe proceder al control financiero de los ministerios de la Curia y de las administraciones dependientes del Vaticano. Según los estatutos, él tenía “total autonomía e independencia” para llevar a cabo su misión en todos los servicios.

En noviembre 2015, fue el descubrimiento de un robo de datos de la computadora de Libero Milone en su oficina situada no lejos de la Plaza San Pedro, que hizo estallar el nuevo escándalo de “Vatileaks”. Un prelado español fue condenado en este asunto por un tribunal del Vaticano por haber divulgado informaciones consideradas como confidenciales por la Santa Sede.

Según algunos medios italianos, su renuncia representa un golpe duro para monseñor Pell, cuyos métodos contables modernos se chocan con las viejas costumbres ancladas en el seno de la institución milenaria. De hecho, sus vastos poderes se han ido reduciendo en el transcurso de los últimos dos años.

RCI/AFP

Categorías: Internacional, Política
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