Un equipo internacional de científicos se encuentra transportando muestras de un glaciar en proceso de derretimiento desde Bolivia a la Antártida para estudiarlas y preservarlas antes de que el macizo de hielo desaparezca para siempre.
La expedición «Memoria del hielo», conformada por 15 científicos, tomó muestras del glaciar en la montaña Illimani, la más alta en la Cordillera Real en los Andes bolivianos, y las resguardarán en la base antártica Concordia, de Francia e Italia.
Los expertos recibieron la ayuda de guías locales que viven cerca de la base del Illimani. Sus «nieves eternas» son claramente visibles desde La Paz, capital de Bolivia, y forman parte de la música, mitología y literatura del pueblo aymara y la cultura mestiza.
Los científicos señalaron que el recalentamiento global está derritiendo rápidamente los glaciares de los Andes, eliminando una importante fuente de agua para muchas comunidades y amenazando a otras con avalanchas mortales.
La temperatura de la montaña Illimani ha aumentado 0,7 grados centígrados en los últimos 18 años, indicó Patrick Ginot, glaciólogo de la expedición «Memoria del hielo».
El equipo cavó más de 130 metros en el glaciar para tomar 75 muestras de hielo, que pueden contener hasta 18.000 años de historia de las condiciones climáticas en el planeta.
«Nosotros los glaciólogos, queremos guardar este tipo de muestras de glaciar porque son (…) un libro de información sobre el clima y el medioambiente», dijo Ginot a Reuters.
«Cuando sacas una muestra de un glaciar, vas a perforar a través de la historia del mundo», añadió.
La organización «Memoria del hielo» tiene por objetivo crear un archivo y santuario global del hielo en la Antártida. Ya ha realizado una expedición similar en el Mont Blanc de los Alpes y planea nuevos viajes a Rusia y Nepal.
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