El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió dar respuesta a lo que calificó como intento de golpe de Estado ocurrido el martes último, cuando un helicóptero policial sobrevoló la sede de la Corte Suprema y del ministerio del Interior.
Al mismo tiempo, las autoridades venezolanas anunciaron que la procuradora general del país, Luisa Ortega, deberá comparecer la semana próxima ante el máximo tribunal.
Ortega, de pasado chavista, se ha manifestado contraria a las recientes iniciativas de la administración de Maduro, especialmente en lo referido a los planes para modificar la constitución nacional.
El jefe de Estado puso a las fuerzas armadas en alerta ante el incidente ocurrido el martes, al tiempo que se prolongan las manifestaciones a favor y en contra del gobierno, que han dado lugar a actos de violencia, con un saldo de 79 muertos.
Maduro, que ha señalado frecuentemente la existencia de una conspiración para sacarlo del poder, sostuvo que un helicóptero lanzó el martes 4 granadas contra la sede de la Corte y de Interior. Al menos uno de los artefactos no habría llegado a estallar, lo que ayudó a evitar lo que en palabras del presidente hubiera ocasionado numerosas víctimas.
El sospechoso del ataque, calificado por el gobierno como un acto terrorista, es un inspector aeronáutico de la policía científica que en 2015 protagonizó una película de acción, identificado como Oscar Pérez.
En un mensaje difundido en Internet, el hombre aparece junto a otras 4 personas enmascaradas, y pide al jefe de Estado que “renuncie inmediatamente”, con el objetivo de realizar elecciones nacionales inmediatas.
Pérez se encuentra prófugo y las autoridades confirmaron el hallazgo de la nave presuntamente utilizada en la acción, abandonada en Osma, una localidad cercana a Caracas, la capital venezolana.
El país, que en las décadas de 1970 y 1980 conoció la bonanza económica de la mano de la industria petrolera, a punto tal que por entonces se utilizó la expresión “petrodólares” para hablar de su fortaleza financiera, se encuentra hoy inmerso en una crisis mayor, en un contexto de inquietud y violencia social.
La oposición ha reclamado en numerosas ocasiones la convocatoria a elecciones para elegir un nuevo gobierno y ha calificado a la administración de Maduro de tiranía. El mandatario, por su parte, sostiene que los opositores buscan generar el caos, para instaurar un escenario que les permita llegar al poder, ante su incapacidad para imponerse en las urnas.
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