El ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fue condenado a 9 años y medio de prisión, acusado del cargo de corrupción.
El ex mandatario permanecerá en libertad, mientras se lleva a cabo la apelación de la sentencia, al tiempo que siguen pendientes otros cuatro procesos legales.
El fallo implica un golpe duro y sorpresivo contra quien fue dos veces presidente de la nación más grande de Sudamérica.
Lula, que dejó el gobierno hace 6 años, con el 83 por ciento de aprobación pública sobre su gestión presidencial, ocupó la primera magistratura de la mano del Partido de los Trabajadores.
Con anterioridad cumplió un rol destacado como dirigente sindical, ganando el reconocimiento generalizado por sus políticas sociales transformadoras, que ayudaron a reducir la desigualdad en su país.
El ex presidente estadounidense Barack Obama lo calificó en su momento como el político más popular del planeta.
Lula es el líder de más alto rango en ser condenado en el marco de una investigación iniciada hace 3 años por denuncias de corrupción, mal que aqueja al Brasil infectando todos los estamentos de su vida política y empresarial.
El juez Sergio Moro encontró al ex presidente culpable de aceptar 1 millón 200 mil dólares en sobornos abonados por la firma de ingeniería OAS SA. Según el magistrado, ese momento fue abonado por la empresa para remodelar un departamento en un balneario propiedad de Lula, a cambio de ayudar a la firma a ganar contratos con Petroleo Brasileiro.
Los fiscales federales acusaron a Lula de ser el cerebro de un esquema de corrupción, descubierto a partir de una investigación sobre sobornos que rodea a la petrolera estatal Petrobras.
Los abogados de Lula habían adelantado que apelarán el fallo y calificaron al juicio como una “caza de brujas”, acusando al juez Moro de perseguir al ex presidente por razones políticas.
A pesar del fallo, es probable que Lula sigua siendo la figura política más popular de su país, como sostienen algunos sondeos de opinión recientes.
El dos veces presidente de Brasil es uno de los principales críticos del actual mandatario, Michel Temer, quien a su vez se encuentra enredado en un escándalo por el pago de sobornos.
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