En un tiroteo urbano sin precedentes en Ciudad de México, el ejército de ese país tiró a muerte el jueves contra ocho presuntos narcotraficantes. Los soldados mataron a los sospechosos, entre los que se encontraba un presunto capo de la droga, en una incursión en la Delegación Tlahuac, situada en el este de la metrópolis habitada por unos 21 millones de personas.
Mientras cientos de policías y soldados entraron a la zona con vehículos blindados, apoyados por helicópteros, muchos motociclistas no identificados prendieron fuego a varios vehículos en las zonas aledañas.
Tiroteos entre fuerzas de seguridad y los criminales son comunes en los estados de Sinaloa, en el oeste de México, o en Tamaulipas y Chihuahua, en el norte, donde los carteles de la droga están bien establecidos.
Sin embargo, la capital Ciudad de México había estado excenta de este tipo de fenómeno. El alcalde de la CDMX, Miguel Angel Mancera, ha reiterado en varias ocasiones que los carteles de gran alcance en el país no están en funcionamiento en la capital.
Mancera dijo a la cadena de televisión mexicana Televisa que la operación en el distrito de Tlahuac estuvo en preparación «durante más de siete meses», y que el cártel atacado no jugaba en la misma liga que los carteles más grandes del país.
México vive actualmente una ola de violencia extrema, que se extiende a regiones que no había tocado previamente. En mayo, el país alcanzó un triste récord con 2.186 homicidios registrados, un promedio de 70 por día. El peor registro en 20 años, cuando se inició la compilación de este tipo de datos.
Fuente: AFP, Policía de la Ciudad de México, Gobierno de la Ciudad de México.
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