Diputados brasileños comenzaron a examinar este martes la posibilidad de presentar nuevas acusaciones contra el presidente Michel Temer por supuesta participación en una “organización criminal”, un segundo procedimiento en dos meses que podría costarle la presidencia.
La lectura de las 245 páginas provenientes de la Corte Suprema comenzó este martes en la Cámara de Diputados, única instancia habilitada para autorizar un juicio por votación previsto para el final del proceso que puede durar tres semanas. El pedido debe pasar antes por una comisión que deberá pronunciar una decisión no vinculante.
Si los dos tercios de los parlamentarios consideran la demanda admisible, el presidente será entonces apartado del poder durante 6 meses, el tiempo necesario para que sea juzgado. Sin embargo, esta eventualidad es juzgada poco probable debido al fuerte apoyo del que goza Michel Temer en la Cámara Baja.
En el mes de junio pasado, otra demanda había sido presentada por “corrupción pasiva”, pero el presidente había logrado salvar su cargo obteniendo un amplio apoyo del Parlamento a principios del mes de agosto. Esta segunda demanda está relacionada a acusaciones por “obstrucción a la justicia y participación en una organización criminal”.
El presidente está acusado de ser el jefe de “una organización criminal” que habría desviado 587 millones de reales (alrededor de 185 millones de dólares). Según las acusaciones se recibieron sobornos para favorecer a empresas privadas que trataban de obtener contratos de compañías estatales, como Petrobras.
La acusación está básicamente fundada en las revelaciones de Joesley Batista, uno de los propietarios de la compañía JBS, que habría provocado un sismo político, al entregar a las autoridades una grabación sonora en la que Michel Temer parece dar su acuerdo para comprar el silencio de un ex diputado hoy en día encarcelado.
Michel Temer llegó a la presidencia del país en mayo de 2016, en reemplazo de Dilma Roussef, destituida por maquillaje de cuentas públicas.
Muy impopular, Michel Temer goza del importante apoyo de los mercados que aprecian sus medidas de austeridad para sanear las cuentas públicas mientras el país intenta salir de una lenta recesión.
RCI/AFP
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