El primer ministro Justin Trudeau, a la izquierda, habla con el presidente Rodrigo Duterte de Filipinas antes de la ceremonia de apertura de la 31 Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Manila el lunes.
Photo Credit: (Mark Cristino / Foto AP)

Mientras Trump esquiva preguntas sobre derechos humanos, los filipinos le piden a Trudeau que haga lo contrario

Una coalición de activistas filipinos y canadienses está pidiendo al primer ministro Justin Trudeau que haga lo que el presidente estadounidense Donald Trump parece no hacer: hablar el «pésimo» estado de los derechos humanos en el país del sudeste asiático con su presidente Rodrigo Duterte.

En una carta enviada a Trudeau y posteriormente compartida con CBC News, grupos de filipinos y Canadá instaron al primer ministro a aprovechar la oportunidad en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Manila para presionar a Duterte para que termine su sangrienta cruzada contra presuntos narcotraficantes y adictos que, según los grupos de derechos, han dejado al menos 7.000 muertos.

«Este sorprendente número de homicidios va acompañado de lo que parece ser una completa impunidad para los responsables», dice en la carta la Coalición por los Derechos Humanos en Filipinas. «Estamos profundamente preocupados de que las víctimas de esta violencia patrocinada por el estado provengan principalmente de los sectores pobres, vulnerables y marginados de la sociedad filipina».

Trudeau ordena comida en un mostrador durante su visita a un restaurante Jollibee en la ciudad de Tondo, en el área metropolitana de Manila, el domingo. © (Czar Dancel / Reuters)

A Canadá le incumbe hablar

Los asesores de Duterte dicen que todos esos homicidios son actos legales de autodefensa por parte de la policía, o que han sido llevados a cabo por «vigilantes» sin vínculos con el presidente, y prometen continuar la campaña antidrogas hasta el final de su mandato presidencial en 2022.

Sin embargo, los legisladores de la Unión Europea creen que hay «informes fidedignos» de que la policía filipina ha falsificado pruebas «para justificar ejecuciones extrajudiciales».

Según la coalición, los activistas de derechos humanos también son blanco de una «guerra de contrainsurgencia» que ha cobrado la vida de unas 58 personas desde que Duterte asumió el poder en julio de 2016.

«La retórica hostil del presidente Duterte hacia los defensores de los derechos humanos, combinada con su estímulo a las ejecuciones extrajudiciales y las garantías de impunidad, ha resultado en un grave deterioro de la situación», dice el grupo.

«Creemos que le incumbe al gobierno de Canadá hablar más enérgicamente contra esta violencia».

Los activistas canadienses se han alineado con gente como Rise Up, un grupo religioso en las Filipinas que apoya a las víctimas, y a las familias que han sido asesinadas, en la brutal represión. En una entrevista con CBC News, Nardy Sabino, uno de los fundadores del grupo, dijo que si Trudeau realmente se preocupa por el bienestar de los filipinos, dejaría de lado la diplomacia cuando se encuentre cara a cara con Duterte en la ASEAN.

«Incluso si Duterte no está dispuesto a escuchar, es una obligación de otros líderes mostrar su preocupación, su compasión, por lo menos».

Los liberales dicen que no hay tiempo para una reunión bilateral

Los líderes asisten a una sesión de fotos en la Cumbre de APEC en Danang, Vietnam. En la foto, arriba a la derecha, está el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. El primer ministro Justin Trudeau está en el centro. © (Jorge Silva / Foto AP)

Durante su reunión bilateral con Duterte en Manila, Trump ignoró las preguntas de los periodistas sobre el estado de los derechos humanos en Filipinas, y se rió cuando el presidente filipino llamó a los periodistas «espías».

Trump dijo que tenía una «gran relación» con su homólogo filipino, que ha sido llamado Trump of the East por su estilo impetuoso y lenguaje provocador. «Esto ha sido muy exitoso. Y la conferencia de ASEAN ha sido manejada maravillosamente por el presidente en Filipinas», dijo.

Harry Roque, portavoz de Duterte, dijo en una conferencia de prensa que Duterte le había explicado su política antidrogas a Trump, quien «parecía estar agradecido por sus esfuerzos».

«No hubo mención de los derechos humanos, ni mención de asesinatos extra legales», dijo.

Duterte sostiene que la acción policial dura -la eliminación del crimen mediante la eliminación de delincuentes- es necesaria para restaurar el orden en un país que ha experimentado un aumento en la violencia relacionada con las drogas.

Categorías: Política
Etiquetas: , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.