Stratford es una pequeñita ciudad de unos 10.000 habitantes en la Isla del Príncipe Eduardo, provincia de la costa atlántica, que podría convertirse en la primera ciudad canadiense en prohibir a los fumadores, fumar al exterior de sus casas. El consejo municipal está trabajando sobre este decreto y la ciudad espera que entre en vigor el mes de septiembre 2018.
En 2007, la ciudad había prohibido ya fumar en las entradas de todos los edificios públicos municipales, en los parques y las canchas deportivas. Los municipios en esta provincia canadiense pueden reglamentar en todo lo relacionado a la salud pública.
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Según Nicolas Lambert, profesor de derecho en la Universidad de Moncton, provincia de Nueva Brunswick, el razonamiento detrás de este nuevo reglamento es que el cigarrillo es nocivo para la salud. En la actualidad se necesita ya un permiso de la ciudad si se quiere prender una fogata en el patio de la casa, porque el humo del fuego de la fogata es perjudicial para la salud humana. Humo por humo, se necesita entonces un reglamento para prohibir el humo del cigarrillo.
Lo que todavía no está claro con este nuevo reglamento es si la prohibición de fumar será solo en la vía pública o si se prohibirá también en la propiedad privada, es decir en el patio du su propia casa.
Ahora bien, hay que agregar que la mayoría de las provincias canadienses prohíben fumar en los carros cuando en ellos viaja un menor de 16 años. En Stratford, todavía se está estudiando el reglamento, pero la ciudad podría perfectamente prohibir fumar en un carro si se tienen las ventanillas abiertas y multar a los que contravengan a este reglamento. El mismo razonamiento se podría aplicar para los que fumen en sus casas con las ventanas abiertas y la ciudad podría prohibir fumar en una casa con las puertas y ventanas abiertas, si el humo incomoda a un vecino, por ejemplo. Pero viendo los toros desde la barrera, a priori pareciera que la ciudad de Stratford se ha dado un desafío bastante complicado de manejar.
Nicolas Lambert dice que quizá la decisión de esta pequeña ciudad de la Isla del Príncipe Eduardo cree un precedente que termine por dar nacimiento a ciudades para fumadores y para no fumadores.
Lo que sí es cierto, dice él, es que las ciudades tienen desde hace mucho tiempo ya la autoridad para reglamentar como lo está haciendo Stratford. Y lo que le sorprende en que no haya habido otras ciudades que los hayan intentado ya.
EscucheLa ventaja de Stratford con respecto a otras ciudades canadienses es que es una pequeña ciudad y las ciudades pequeñas pueden ser más audaces y permitirse intentos más vanguardistas que las grandes ciudades no se pueden permitir. Será más tarde, a la luz de los resultados que las ciudades más grandes podrán decidir si siguen la misma línea o no.
Franco Nuovo entrevistó a Nicolas Lambert
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