Cientos de embarcaciones de pesca de langostas zarpan desde las costas del suroeste de Nueva Escocia cada noviembre, cuando se abre la temporada de pesca de pesquería de langosta, la más lucrativa del país.

Cientos de embarcaciones de pesca de langostas zarpan desde las costas del suroeste de Nueva Escocia cada noviembre, cuando se abre la temporada de pesca de pesquería de langosta, la más lucrativa del país.
Photo Credit: Andrew Vaughan/Canadian Press

Empieza la temporada de la langosta en el Atlántico canadiense

Este martes fue llamado en la costa de la provincia de Nueva Escocia como el “Dumping Day”, el día en que cientos de barcos pesqueros echan al mar cientos y cientos de trampas para pescar langostas de mar, comenzando con ello otra temporada más.

La jornada del lanzado de las trampas en las áreas de pesca de langostas debía haberse llevado a cabo ayer lunes, pero las malas condiciones climatológicas impidieron hacerlo.

La langosta de mar canadiense es una delicia. Aunque existe una diversidad de métodos para cocinarla, la forma más sencilla es sumergirla por 15 minutos en agua hirviendo. Luego se parte el caparazón y se saborean las partes bañándolas con un poco de mantequilla al ajo y, si a uno le tienta, se acompaña este banquete con un vaso de vino blanco.

La langosta es la exportación de marisco más valiosa de Canadá, con una captura anual de casi 800 millones de dólares.
La langosta es la exportación de marisco más valiosa de Canadá, con una captura anual de casi 800 millones de dólares. © Lucas Jackson/Reuters

Antiguamente la langosta de mar era el alimento de los pobres en las regiones del Atlántico canadiense, y era tan abundante que hasta se la utilizaba para abonar los campos de cultivo.

Llamada latinamente homarus americanus, el Departamento canadiense de océanos y pesca informa en su sitio en internet que la langosta marina es la exportación de mariscos más valiosa de Canadá y una especie canadiense icónica exportada alrededor del mundo.

El 78% de las exportaciones canadienses de langosta de mar van hacia Estados Unidos. Otros mercados son Japón y China.

Tras la reciente firma de un tratado de libre comercio con la Unión Europea, se estima que las exportaciones canadienses hacia el viejo continente aumentarán, ya que en términos reales, el precio de una langosta habrá bajado en un 8 % en los mercados europeos, tradicionalmente encabezados por Bélgica y Francia. La langosta también es exportada a otros 50 países.

El Departamento de Océanos y Pesca de Canadá administra unas 45 zonas marítimas de pesca de langosta, en las que participan unos 10.000 pescadores autorizados en el Atlántico de Canadá y Quebec.

Las langostas son capturadas vivas utilizando trampas cebadas colocadas en el fondo del mar. En general, las poblaciones de langosta en Canadá son saludables y manejadas de manera sostenible.

Su valor económico es importante. Las exportaciones en 2011 superaron los mil millones de dólares.

Algunas de las áreas de pesca de la langosta de mar
Algunas de las áreas de pesca de la langosta de mar © DOF

Tras la debacle en la industria de la pesca del bacalao, que debido a la sobrepesca literalmente desapareció de las aguas canadienses, las autoridades establecieron esta vez medidas de protección de la especie adaptadas a las necesidades únicas de cada pesquería de langosta.

Las medidas más utilizadas incluyen el establecimiento de límites al número de licencias de pesca otorgadas, límites en el número de trampas, reducción en la duración de las temporadas de pesca, reducción en el número de días de pesca, límites en la cuotas de captura permitidas, en la zona de pesca de langosta en alta mar, restricciones en el tamaño de la langosta, y otras iniciativas más.

Sin embargo, esta actividad pesquera, la más lucrativa de Canadá, no está exenta de conflictos ya que algunos indígenas Mi’ kmaq en la provincia de Nueva Escocia también se lanzarán a la pesca, buscando un mejor parte de los beneficios en el negocio de la pesca de la langosta.

En 1999, la Corte Suprema de Canadá atendió el caso de Donald Marshall Jr., un indígena canadiense que fue encarcelado por pescar y vender anguilas fuera de la temporada reglamentada por el gobierno federal y sin licencia.

La Corte Suprema de Canadá reconoció y afirmó el derecho de los pueblos indígenas Mi’ kmaq, Maliseet y Passamaquoddy, que viven en el este de Canadá, a participar en la pesca comercial. El tribunal consideró que los derechos otorgados por la Corona Británica en 1760 no se habían extinguido.

Un pescador en el Atlántico canadiense a punto de lanzar al fondo del mar una trampa para atrapar langostas.
Un pescador en el Atlántico canadiense a punto de lanzar al fondo del mar una trampa para atrapar langostas. ©  Robert F. Bukaty/Associated Press

La Corte Suprema de Canadá dictaminó que los descendientes de los indígenas que firmaron ese tratado podían pescar y cazar para poder ganar ingresos que la Corte describió como suficientes como para poder llevar «una vida moderada» y no una acumulación ilimitada de riqueza.

El problema radica en que para algunos Mi’ kmaq el creciente retraso en la definición de lo que es un nivel de ingresos suficiente para «una vida moderada» está manteniendo a algunos indígenas fuera de la actividad pesquera, lo cual equivale a una violación de los derechos de los tratados de su pueblo.

La frustración causada por esta falta de definición de lo que es “ingresos suficientes como para llevar una vida moderada” se está convirtiendo en fricción en los muelles del sudoeste de Nueva Escocia, con pescadores no indígenas exigiendo que el Departamento de Océanos y Pesca de Canadá tome medidas drásticas contra los indígenas dedicados a la pesca a quienes ellos llaman «cazadores furtivos».

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Fuentes: CBC, Departamento de Océanos y Pesca

Categorías: Economía, Indígenas
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