Fue el fructano, no el gluten, lo que desencadenó sus síntomas. - Dra. Jane Muir, Universidad de Monash
Photo Credit: ELLIOTT VERDIER / AFP / Getty Images)

Su sensibilidad al gluten podría no tener nada que ver con el gluten

Una persona con enfermedad celíaca, al ingerir gluten, desencadena una reacción inmune en el intestino delgado y que puede producir síntomas tales como dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea, anemia y pérdida de peso. Pero otras investigaciones, en Australia y Noruega, apoyadas por la Universidad McMaster, en Ontario, señalan que el problema no radica,  como se pensaba hasta ahora, en el gluten.

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Los científicos comenzaron a sospechar que el gluten no era la causa de la «sensibilidad al gluten» después de un estudio de 2013 de un equipo de científicos de la Universidad de Monash en Melbourne ©  (Creative Commons)

Las personas con el trastorno autoinmune grave de la enfermedad celíaca tienen una reacción extrema al gluten. A otras, que dicen reaccionar negativamente al gluten, puede que les resulte menos grave, aunque no deja de ser perjudicial y dolorosa.

Laurie Allen vive en Toronto.  Ella tiene lo que se conoce como sensibilidad al gluten.

«He tenido problemas digestivos durante mucho tiempo, desde que estaba en la escuela secundaria. Pero hace unos seis años, tuve un accidente automovilístico y necesité una cirugía de cadera. Así que sufrí de dolor crónico a raíz de eso. Leí un artículo sobre cómo el gluten puede afectar el dolor crónico, así que si lo eliminé, pensando que podría ser útil. Finalmente no me ayudó con el dolor, pero lo que realmente hizo fue que  resolví mis problemas digestivos, lo cual fue una completa sorpresa para mí. «.

Existe una muy buena razón por la cual las personas como Allen, que dan negativo a la enfermedad celíaca, informan sentirse mejor después de evitar el gluten. Y no es porque sean sensibles al gluten. Un nuevo estudio publicado en la revista Gastroenterology sugiere que otro culpable que viaja junto con el gluten del trigo, del centeno y dela cebada, el fructano o fructosano, puede estar causando esos problemas digestivos.

Un fructano  o fructosano es un polímero formado por moléculas de fructosa y que se encuentra en el trigo, entre otros.

El caso contra el gluten

La Dra. Jane Muir es la directora de Translational Nutrition Science en el Departamento de Gastroenterología de la Universidad de Monash en Melbourne. Ella lidera el equipo que desarrolló la aplicación de dieta baja en FODMAP de la Universidad de Monash, que ha ayudado con una nueva terapia dietética para controlar los síntomas del IBS en todo el mundo. © Monash

Los científicos comenzaron a sospechar que el gluten no era la causa de la «sensibilidad al gluten» después de un estudio de 2013 también publicado en Gastroenterology de un equipo de científicos de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia.

Hicieron un estudio aleatorizado doble-ciego controlado, donde lograron que los participantes comieran comidas idénticas que carecían o no de gluten. En el período previo al estudio, todos los participantes debían seguir una dieta baja en FODMAP (Fermentable, Oligo-, Di-, Mono-sacáridos y Polioles).

«Sabíamos que los FODMAP desencadenaban los síntomas», dijo la Dra. Jane Muir, directora del estudio y profesora asociada de ciencias de la nutrición y directora del Departamento de Gastroenterología de la Universidad de Monash. «Entonces, cuando realizamos este estudio con gluten en nuestros pacientes, nos aseguramos de controlar su nivel de los FODMAP al iniciar el estudio».

Los FODMAP son carbohidratos de cadena corta que se encuentran en muchos alimentos, como trigo, cebada, legumbres, productos lácteos y algunas frutas y verduras. «Así que en realidad se encuentran ampliamente en muchos alimentos y normalmente están bien», dice la Dra. Muir. «Pero si tienes demasiados, eso puede causar cierta incomodidad en el intestino.

En su estudio de 2013, la Dra. Muir y sus colegas hicieron que todos los participantes del estudio siguieran una dieta baja en FODMAP durante dos semanas antes de iniciar las pruebas ya sea con gluten o con un placebo. «Para nuestra sorpresa, fue completamente aleatorio cómo los participantes respondieron al gluten. En realidad respondieron más al placebo que al gluten. Pero lo que estaba sucediendo en el período de ensayo de dos semanas fue que sus síntomas realmente se resolvieron con esta dieta baja en FODMAP. De hecho, obtuvieron un muy buen nivel de control de sus síntomas durante ese período de prueba de dos semanas».

Para nuestra sorpresa, fue completamente aleatorio cómo respondieron al gluten. De hecho, respondieron más al placebo que el gluten.

– Dra. Jane Muir, Universidad de Monash

Esa fue su primera pista de que tal vez lo que realmente les molestaba a aquellos con «sensibilidad al gluten» no era el gluten, sino un alimento FODMAP.

El camino hacia el fructano

El equipo de la Monash University regresó al laboratorio para analizar resultados y, para su sorpresa, descubrieron que todos los productos sin gluten son muy bajos en FODMAP.

«Entonces, pensamos que aunque pareciera que las personas se sienten posiblemente mejor con una dieta libre de gluten,  en realidad era que están reduciendo su ingesta de FODMAP. No tiene nada que ver realmente con el gluten. En realidad, podrían ser estos otros carbohidratos los que están desencadenando sus síntomas. Así que fue un momento luminoso  para nosotros «, dice la Dra. Muir.

Hubo un FODMAP en particular que se destacó, el fructano. El gluten y el fructano tienden a viajar juntos en alimentos como el trigo, el centeno y la cebada.

«Los fructanos son polímeros de fructosa», dice la Dra. Muir. «Y nuestro cuerpo no puede digerirlos, por lo que no tenemos las enzimas para hacerlo. Y así pasarán al intestino grueso donde a las bacterias les gusta fermentarlos. Y al fermentarlos, producen gases. Y eso, por supuesto, puede distender el intestino y hacer que la gente se sienta bastante incómoda, hinchada, puede causar flatulencia, y en realidad puede causar muchas molestias».

Profundización del estudio

Dado que el gluten y el fructano viajan juntos en los alimentos, científicos de la Universidad de Oslo, Noruega,  decidieron llevar más lejos el estudio de la Dra. Muir tratando de separar los efectos del gluten frente al fructano.

La Dra. Muir ayudó al equipo de Oslo con su diseño de estudio a examinar a los participantes que no tienen enfermedad celíaca, pero que se auto declaraban como sensibles al gluten. Los participantes tuvieron que comer una barra de muesli durante siete días que tenían gluten, fructano o ninguno de ellos como control.

Fue el fructano, no el gluten, lo que desencadenó sus síntomas.

– Dra. Jane Muir, Universidad de Monash

«Hicieron un muy buen estudio doble ciego cruzado en personas que se auto declaraban no celíacas. Fue el fructano, no el gluten, lo que desencadenó sus síntomas. Así que eso realmente confirma nuestro trabajo anterior y nuestras sospechas de que esto es lo que estaba sucediendo».

Qué hacer si crees que eres «sensible al gluten»

La  Dra. Muir dice que para cualquiera que piense que puede tener un problema, es importante ir al médico primero para asegurarse de que no tenga la enfermedad celíaca. Si eso resulta negativo y la persona informa que todavía tiene problemas con los productos de trigo y se siente mejor con una dieta libre de gluten, podría valer la pena examinar la dieta baja en FODMAP con la ayuda de un dietista.

La dieta baja en FODMAP realmente necesita un dietista para ayudar a explicar y manejar a las personas a través del programa. Hay una serie de fases, una de ellas es una fase estricta durante unas pocas semanas, y luego hay una fase de reintroducción, y luego hay una especie de fase de mantenimiento.

– Dra. Jane Muir, Universidad de Monash

El pan francés sin gluten podría tener que renombrarse como pan bajo en FODMAP para indicar que también es bajo en fructanos, que puede ser el verdadero culpable detrás de la sensibilidad al gluten no celíaca. © (Larry Crowe / Associated Press)

El fructano podría no ser el único culpable, dice McMaster

La Dra. Muir afirma que la dieta baja en FODMAP solo funciona entre el 70 y el 75 por ciento de los pacientes que reportan tener sensibilidad al gluten. «Obviamente no funciona para todos».

La Dra. Elena Verdu, profesora asociada del Instituto Farncombe en la Universidad McMaster, en Ontario, dice que hay otros grupos de proteínas que también se encuentran en el trigo que podrían estar desencadenando problemas intestinales, como los inhibidores de la amilasa tripsina.

«Así que no es que los fructanos no puedan ser la causa de los síntomas en pacientes con IBS. Es que hay muchos otros componentes que en diferentes pacientes podrían causar síntomas».

La Dra. Verdu dice que es importante identificar subgrupos de pacientes que puedan reaccionar diferentemente a un tipo u otro de restricción alimenticia. La Dra. Muir está de acuerdo: «Tenemos que trabajar para comprender a estos otros grupos. Ciertamente, es probable que existan otros grupos y es probable que haya componentes de los alimentos que puedan desencadenar estos síntomas. Y tenemos que investigar más».

Es posible que las personas con «sensibilidades al gluten» puedan volver a incluir algunos alimentos en su dieta, como el pan de masa fermentada con bajo contenido de FODMAP, y que nunca pensaron que podrían hacerlo.

La investigación de la Dra. Elena Verdu se ha centrado en la fisiopatología de los trastornos gastrointestinales inflamatorios y funcionales. Como miembro del Instituto de Investigación de Salud Digestiva Familiar de Farncombe en la Universidad McMaster, ella investiga las interacciones microbianas y dietéticas en el contexto de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten. © McMaster

La moda de la comida sin gluten 

“Hay muchísimas más personas sin enfermedad celíaca que hacen dieta libre de gluten que las personas celíacas. Esta dieta libre de gluten está de moda. Mucha gente se auto trata con estas dietas híper restrictivas por diferentes motivos. Ya sea para mejorar algunos síntomas, o, porque existe la falsa creencia de que la dieta libre de gluten puede llevar a bajar de peso.

Pero está probado que estas dietas restrictivas llevan a complicaciones y déficits nutricionales, recuerda la especialista en nutrición de McMaster. Uno de los alimentos fortificados con hierro es el trigo. Entonces esta dieta libre de gluten, bajas en contenido de hierro, pueden llevar a trastornos crónicos de déficits nutricionales.

“Creo que es importante enviar dos mensajes. El primero, antes de empezar una dieta libre de gluten, si las personas tienen síntomas, consultar al médico y pedir que se descarte o confirme su enfermedad celíaca. Y el segundo, no empezar una dieta restrictiva por otros motivos que no sean médicos o bajo supervisión médica. Porque pueden llevar a déficits nutricionales crónicos”.

-Dra. María Inés Pinto Sánchez, médica especialista en gastroenterología y nutrición en la clínica celíaca de la Universidad de McMcaster.

La entrevista de la Dra. Jane Muir es de Bob McDonald

CBC/U of McMaster/RCI

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