Sede diplomática estadounidense en La Habana.

Sin pistas de las armas sonoras en embajada en La Habana

Los médicos que atienden a las víctimas de una serie de malestares físicos, padecidos por personal de la embajada de Estados Unidos en Cuba, descubrieron anormalidades en los cerebros de sus pacientes.

El hallazgo se produjo como resultado de las investigaciones en torno a los daños en la audición, visión, equilibrio y memoria que presentan los pacientes.

Si bien hasta el momento no se ha podido establecer la causa directa de esos síntomas, el descubrimiento suma un elemento de escepticismo respecto a que un arma sonora podría haber sido utilizada por las autoridades cubanas, en contra del personal diplomático estadounidense.

Los movimientos en la embajada se redujeron desde que se denunció el incidente.

Los estudios médicos revelaron que los empleados de la embajada desarrollaron cambios en los canales de sustancia blanca que permiten la comunicación entre distintas partes del cerebro. Esos canales funcionan a manera de autopista de la información que circula entre las células cerebrales.

Sonidos fuertes y misteriosos, a los que siguieron la pérdida de la capacidad auditiva y zumbidos en los oídos de las personas tratadas, llevaron a los investigadores a sospechar de un presunto “ataque sonoro”.

Sin embargo, los especialistas están ahora evitando esa terminología y consideran que los susurros percibidos por el personal diplomático en La Habana podrían ser el resultado de algún otro problema, responsable del daño cerebral detectado.

Médicos, investigadores del FBI y agencias de inteligencia estadounidenses invirtieron meses de esfuerzos para tratar de encontrar explicación a lo ocurrido en su embajada en la capital cubana, donde 24 empleados y sus cónyuges comenzaron a sentirse mal a fines del año último.

Las autoridades estadounidenses se refirieron inmediatamente a “ataques específicos” como la razón de esas anomalías, pero no pudieron establecer quién estaba detrás de los mismos.

Personal de seguridad de la embajada registra una alcantarilla antes de un evento en la sede.

Algunos miembros de la representación de Canadá también manifestaron sentir esos síntomas.

Los doctores aún no pueden explicar de qué manera las personas atendidas llegaron a registrar los cambios en su materia blanca, ni tampoco si estos están relacionados con los sonidos que las personas dijeron haber escuchado.

Tampoco pudo confirmarse si las anomalías en la estructura cerebral fueron halladas en todos los pacientes tratados.

Elisa Konofagou, profesora de ingeniería biomédica en la Universidad de Columbia Británica, dijo que hasta la fecha no se ha establecido una relación entre las ondas sonoras y los cambios en los canales de materia blanca en el cerebro.

Por el momento, la teoría de un ataque con un arma sonora por parte de las autoridades cubanas parece un mal cuento de ciencia ficción.

Categorías: Internacional, Política
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