Para muchos, atarse o ponerse el zapato es insignificante. Pero no para los niños de la asociación Lufe Cadis. Es muy importante que cada niño lo aprenda para poder independizarse.
-Santiago Cab, director del centro de salud Lufe Cadis
EscucheLufe Cadis es una organización de ayuda a los niños con discapacidades de Guatemala, que existe desde 6 años en el Departamento del Petén, en Guatemala.
Quién acude a Lufe Cadis
La misión de Lufe Cadis, en sus inicios, era acoger niños que tenían el síndrome de Down. Pero las necesidades de otros niños con diferentes problemas llevaron al centro a reconsiderar sus objetivos.
“Lastimosamente en nuestra Guatemala, en nuestro Petén, se encuentran todas las discapacidades y no podemos cerrarles las puertas a otras discapacidades. Es por esa razón que necesitamos distintas ayudas como muletas, sillas de ruedas, medicamentos para poder atender las distintas clases de discapacidades que se presentan a diario en nuestra asociación Lufe Cadis.”
El personal de Lufe Cadis
El proyecto de atención a discapacitados que implementa Lufe Cadis no hubiera sido posible sin la contribución de la comunidad como miembro activo de este proceso.
Esos voluntarios ponen al servicio de los más vulnerables un espacio de su tiempo con el único propósito de mejorar en algún aspecto su calidad de vida.
En sus 6 años de existencia no hubiera podido ni sobrevivir ni consolidarse sin ellos y sin la ayuda preciosa del quebequense Marien Landry, quien lleva de Canadá muchos artículos necesitados por los niños minusválidos y que los obtiene gracias a la generosidad de la gente del país.
“Son voluntarios que trabajan dando su tiempo, después de sus trabajos que sostienen a la familia. Algunos son maestros o maestras que los fines de semana o un mediodía se dedican a apoyar voluntariamente con Lufe Cadis. Nos mantenemos a través de las ayudas de la gente de la comunidad pero especialmente estamos sosteniendo la asociación por medio de la ayuda de Marien Landry, de Canadá.”
Santiago Cab es muy claro a ese respecto. Si hubieran otros Marien Landry, en Canadá o Guatemala, el destino de los niños discapacitados se modificaría radicalmente. Basta pensar lo que podría cambiar para ellos si contaran con el trabajo de un profesional de la salud.
Una semana cualquiera en Lufe Cadis
“Tenemos horarios específicos para un grupito de niños de 3 a 12 años, que vienen todos los días. Atendemos entre 10 a 15 niños pero el personal no da abasto porque hay más niños que vienen, más padres que buscan ayuda de terapia. Pero no hay personal para atenderlos voluntariamente. Aparte tenemos un grupo de jóvenes con síndrome de Down con discapacidades físicas, mental, auditivas. Esos son otro grupo de entre 30 a 50 jóvenes que vienen tres veces a la semana”.
Diversas investigaciones indican que una intervención temprana mejora los resultados de los niños con síndrome de Down. Pueden utilizarse diversos tipos de terapia en los programas de intervención temprana y durante toda la vida para potenciar el desarrollo, la independencia y la productividad lo más posible.
Si no fuera por la escasez de recursos materiales y de personal, Lufe Cadis podría atenderlos a todos, brindándoles esas terapias que necesitan.
Esto y mucho más en la entrevista de Santiago Cab, director del centro de salud Lufe Cadis, con Radio Canadá Internacional.
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