Ustedes conocen sin duda el movimiento creado en las redes sociales #MeToo (#YoTambien) por la actriz estadounidense Alyssa Milano. Ella comenzó esta campaña en Tuiter después del escándalo en torno del productor estadounidense Harvey Weinstein, que se hizo viral en poco tiempo. Actrices como Angelina Jolie y Wyneth Paltrow entre otras, contaron que habían sido acosadas sexualmente por el productor.
Desde entonces, cientos de miles de mujeres a través de todo el mundo han denunciado en las redes sociales los abusos y el acoso sexual del que han sido víctimas. En español, esta campaña ha sido replicada también con el hashtag #Yo También.
Aquí en Canadá y en la provincia de Quebec en particular la campaña #MoiAussi encontró mucho eco y desencadenó a su vez toda una serie de denuncias contra hombres del mundo artístico y de otras esferas también.
Pero de repente, una carta abierta publicada el martes 9 de enero en el diario Le Monde de Francia y firmada por un centenar de mujeres francesas, entre las que se encuentra la legendaria actriz francesa Catherine Deneuve, vino echar leña al fuego. Las francesas que firmaron la carta, afirman que la campaña del tipo #MoiAussi se ha transformado en “campañas de delación”.
Rechazando el “puritanismo” que surgió después de las acusaciones de acoso y agresión sexual de unas 40 mujeres contra Harvey Weinstein, el centenar de actrices, escritoras, investigadoras y periodistas francesas afirman en su carta que “la violación es un crimen. Pero el coqueteo insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión sexual”.
No faltaba más para que estallara otra polémica de este lado del Océano. Y seis mujeres feministas quebequenses, apoyadas por otras 180 personalidades quebequenses de distintas esferas: política, sindical, artística y líderes en sus campos, lanzaron la iniciativa #EtMaintenant, que podríamos intentar traducir en español como #YAhora. Una campaña de apoyo a las víctimas que rechaza la idea de “la libertad de importunar” de los hombres, avanzada por el colectivo de mujeres francesas. El símbolo que representa a los y las defensoras de este movimiento en un corazón amarillo, un color que representa todas las identidades sexuales.
Anoche, en el popular programa de la televisión francesa de Radio Canadá, Tout le monde en parle (Todo El Mundo Habla), Aurélie Lactôt, una de las 6 mujeres que lanzaron oficialmente el movimiento, afirma que el objetivo de esta iniciativa no es de responder punto por punto a la declaración publicada en el diario Le Monde por el grupo del cual forma parte Catherine Deneuve.
Una batalla, que en el texto de la iniciativa #EtMaintenant dice que deben librar hombres y mujeres juntos, de hecho, en el momento de escribir estas líneas alrededor de 3.000 personas han firmado ya esta iniciativa en su sitio internet. Françoise David es una ex política que brega desde hace tiempo para que los hombres se alíen a las mujeres en esta lucha. Ella afirma que se sintió completamente ofendida por ciertos aspectos de la carta de Catherine Deneuve y las francesas, que les da a los hombres el derecho a importunar. Esa es una actitud rancia y medieval, dice Françoise David.
Catherine Deneuve presentó sus excusas en la mañana de este lunes 15 de enero, “Saludo fraternalmente a todas las víctimas de actos odiosos que pudieron sentirse agredidas por esta tribuna aparecida en Le Monde. Es a ellas y solo a ellas que presento mis excusas”, escribe la actriz francesa en el diario Libération. Para algunos, las redes sociales permiten de alguna forma cuestionar la presunción de inocencia, algo con lo que Aurélie Lactôt no está de acuerdo.
Pedir un mejor encuadramiento, acompañamiento y más recursos para las víctimas de agresiones sexuales no cuestiona de ninguna forma la protección de los derechos de los acusados, encadena Aurélie Lanctôt.
Por otra parte, para los que afirman que el movimiento #MoiAussi (#MeToo) ha puesto una gran presión en todo el aspecto relacionado con el juego de la seducción entre hombres y mujeres, Aurélie Lanctôt, responde que no. Y que todos los gestos que fueron denunciados por ese movimiento no tienen nada que ver con el juego del amor y la seducción. Es algo que tiene que ver con el poder.
Los gestos que se le reprochan a hombres como Harvey Weinstein no tienen nada que ver con el coqueteo. Son abusos de poder. Y es muy importante hacer la distinción. Y si los intercambios se enfocan bajo ese ángulo, seguro que no habrá ninguna exasperación o crispación en las relaciones de amor y seducción, concluye Aurélie Lanctôt.
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