Miles de viajeros palestinos se agolparon este jueves en el puesto fronterizo de Gaza con Egipto con la esperanza de poder cruzar, después de que El Cairo abrió temporalmente una frontera que suele mantener cerrada mientras enfrenta una insurgencia islamista al otro lado.
Israel también mantiene restricciones, ilegales de acuerdo al derecho internacional, sobre su frontera con la Franja de Gaza, lo que implica que los 2 millones de palestinos que viven allí, sitiados por el ejército israelí, rara vez pueden dejar el enclave densamente poblado, descrito como una campo de prisioneros a cielo abierto por voces críticas como Amira Hass.
En silla de ruedas y ayudado por su esposa y su hija, Awni An-Najar, de 74 años, dijo en el cruce de Rafah que quería ingresar a Egipto para recibir tratamiento para su cadera rota. “Los pacientes deberían tener permiso para viajar libremente. Quiero poder volver a caminar”, declaró.
Soldados del ejército egipcio vigilan el paso fronterizo del país con Gaza. (Foto: Nasser Nasser/Associated Press)
Egipto suele abrir temporalmente su frontera con Gaza un par de veces al año, usualmente con poco aviso y sin dar explicaciones. La última vez comenzó el miércoles sin ningún anuncio previo.
La embajada palestina en El Cairo “expresó su gratitud al presidente Abdel-Fattah Al-Sisi por su preocupación para aliviar el sufrimiento del pueblo palestino”, informó en un comunicado.
Ésta es la segunda vez en más de una década que la frontera es abierta con oficiales de seguridad no armados de la Autoridad Palestina, custodiando el lado palestino, en lugar de las fuerzas de Hamas.
Un acuerdo de reconciliación logrado en octubre entre Hamas y el rival movimiento Fatah del presidente Mahmoud Abbas dio a la Autoridad Palestina el control del cruce fronterizo de Rafah por primera vez desde que Hamas asumió el poder en Gaza en 2007. Egipto abrió brevemente la frontera en diciembre.
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