Una jueza británica debe decidir si mantiene o anula una orden de arresto contra Julian Assange, el fundador del sitio de informaciones en Internet WikiLeaks, quien se encuentra desde hace más de 5 años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Los abogados del hombre argumentan que no sigue siendo de interés público proceder al arresto de su defendido.
Assange pidió asilo en la representación diplomática sudamericana en la capital del Reino Unido en 2012, en un intento para evitar su extradición hacia Suecia, donde los fiscales estaban investigando alegaciones de dos mujeres sobre un presunto ataque sexual y violación, cargos que fueron rechazados por el acusado.
Ecuador alojó al titular de WikiLeaks cuando este corría riesgo de ser deportado a Estados Unidos. REUTERS/Peter Nicholls.
También le imputaban haber vulnerado las condiciones de libertad condicional que se le habían impuesto, por las que no podía abandonar el territorio sueco.
La jueza Emma Arbuthnot tiene previsto adoptar du decisión este martes, en el Tribunal de Magistrados de la Corte de Westminster, en la capital inglesa.
Los fiscales suecos desecharon su investigación el año último, alegando que no había posibilidades de llevar a Assange a Suecia en el futuro inmediato, pero la orden de detención de la justicia británica, por violación de las condiciones de libertad condicional por parte del responsable de WikiLeaks se mantiene, por lo que podría ser apresado si sale del edificio de la embajada de Ecuador.
La defensa pidió la anulación del pedido de detención, ya que no sigue en pie la solicitud de extradición del acusado, pero la justicia rechazó esa requisitoria la semana última.
Hasta el gato de Assange parece ansioso por recuperar su libertad. REUTERS/Peter Nicholls.
El abogado Mark Summers sostiene que los 5 años y medio de enclaustramiento que su defendido ha pasado en la sede diplomática ecuatoriana constituyen un castigo “adecuado, sino severo”, por las acciones que se le imputan y citó un informe de un comité de Naciones Unidas, que afirma que el hombre, que actualmente tiene 46 años de edad, fue detenido arbitrariamente.
También adujo que el periodista, de origen australiano, buscó justificadamente refugio en la embajada, ante el temor de ser extraditado a Estados Unidos, por la publicación de documentos secretos de ese país.
Aún si la justicia británica decide anular la orden de arresto, Assagne podría seguir enfrentando problemas legales, ya que Washington no ha renunciado a su intención de someterlo a su sistema judicial.
En ese sentido, los letrados defensores sostuvieron que Assange “está listo para enfrentar a los jueces británicos y resolver todo asunto relacionado con su refugio en la embajada de Ecuador, pero no ante el riesgo de ser forzado de enfrentar la injusticia estadounidense por haber ejercido el derecho a la publicación”.
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